El Papa Benedicto XVI propuso a los divorciados vueltos a casar cultivar “un estilo de vida cristiano” y aunque precisó que no pueden comulgar, recordó que estas personas “siguen perteneciendo a la Iglesia”.
En la Exhortación Apostólica Sacramentum Caritatis, el Pontífice abordó la relación entre Eucaristía e indisolubilidad del matrimonio.
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“Puesto que la Eucaristía expresa el amor irreversible de Dios en Cristo por su Iglesia, se entiende por qué ella requiere, en relación con el sacramento del Matrimonio, esa indisolubilidad a la que aspira todo verdadero amor. Por tanto, es más que justificada la atención pastoral que el Sínodo ha dedicado a las situaciones dolorosas en que se encuentran bastantes fieles que, después de haber celebrado el sacramento del Matrimonio, se han divorciado y contraído nuevas nupcias”, explicó.
Según el Papa, éste es “un problema pastoral difícil y complejo, una verdadera plaga en el contexto social actual, que afecta de manera creciente incluso a los ambientes católicos”.
En esta coyuntura indicó que “los Pastores, por amor a la verdad, están obligados a discernir bien las diversas situaciones, para ayudar espiritualmente de modo adecuado a los fieles implicados”.
El Santo Padre reiteró que “el Sínodo de los Obispos ha confirmado la praxis de la Iglesia, fundada en la Sagrada Escritura, de no admitir a los sacramentos a los divorciados casados de nuevo, porque su estado y su condición de vida contradicen objetivamente esa unión de amor entre Cristo y la Iglesia que se significa y se actualiza en la Eucaristía”.
Tras reiterar que “los divorciados vueltos a casar, a pesar de su situación, siguen perteneciendo a la Iglesia”, indicó que ésta “los sigue con especial atención, con el deseo de que, dentro de lo posible, cultiven un estilo de vida cristiano mediante la participación en la santa Misa, aunque sin comulgar, la escucha de la Palabra de Dios, la Adoración eucarística, la oración, la participación en la vida comunitaria, el diálogo con un sacerdote de confianza o un director espiritual, la entrega a obras de caridad, de penitencia, y la tarea educativa de los hijos”.
Evitar divorciosEl documento papal recomienda “tener el máximo cuidado pastoral en la formación de los novios y en la verificación previa de sus convicciones sobre los compromisos irrenunciables para la validez del sacramento del Matrimonio”.
“Un discernimiento serio sobre este punto podrá evitar que los dos jóvenes, movidos por impulsos emotivos o razones superficiales, asuman responsabilidades que luego no sabrían respetar. El bien que la Iglesia y toda la sociedad esperan del Matrimonio, y de la familia fundada sobre él, es demasiado grande como para no ocuparse a fondo de este ámbito pastoral específico. Matrimonio y familia son instituciones que deben ser promovidas y protegidas de cualquier equívoco posible sobre su auténtica verdad, porque el daño que se les hace provoca de hecho una herida a la convivencia humana como tal”, sostiene.
Lea el texto completo de la Exhortación Apostólica o descárguela en su computador en: http://www.aciprensa.com/Docum/benedictoxvi/documento.php?id=99