El Parlamento portugués aprobó el proyecto de ley que despenaliza el aborto hasta las 10 semanas de gestación, a pesar de que el resultado del último referéndum no era vinculante debido a la alta abstención de votantes.
La aprobación se dio con el apoyo de todos los partidos de izquierda y el voto en contra Partido Popular (CDS-PP), tres diputadas independientes del grupo parlamentario socialista y por la mayoría de los diputados del Partido Social Demócrata (PSD).
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La decisión del Parlamento tiene que ser ratificada por el Presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva. De esta manera se acaba con la ley de 1984 que permitía el aborto solo en tres supuestos: peligro de vida o para la salud de la mujer, malformación del feto y violación.
Ahora, veintitrés años más tarde, la legislación será alterada, después de realizar un referéndum el pasado 11 de febrero, en el que venció el "sí" a la despenalización del aborto hasta las 10 semanas de gestación por opción de la madre, aunque el resultado no fuese vinculativo por no contar con más de un 50 por ciento de participación.
El nuevo texto señala que los establecimientos de salud tendrán que dar a la mujer que realice un aborto acompañamiento psicológico, informársele sobre las condiciones de realización del aborto, sus consecuencias y los apoyos del Estado para seguir adelante con el embarazo. Después tendrá que realizar "un período de reflexión no inferior a tres días" antes de tomar una decisión.
Pero lo que no incluye la nueva ley son algunas de las propuestas realizadas por el PSD y las tres diputadas independientes del grupo parlamentario socialista, Teresa Venda, María do Rosario Carneiro y Matilde Sousa Franco, entre ellas estaba la consagración en la ley de "la disuasión al aborto por parte del Estado".
A pesar del resultado del referéndum, este proyecto de ley ha vuelto a dividir a la clase política portuguesa. El líder del CDS-PP, José Ribeiro e Castro, apeló para que el Presidente Cavaco ejerciese el veto político a la nueva ley y aseguró que si eso no ocurre, su partido "está preparado para desencadenar la fiscalización de la ley por parte del Tribunal Constitucional".
En opinión de Ribeiro e Castro, el proyecto "contraría de forma declarada" la petición de Cavaco de lograr "un consenso lo más amplio posible" en la aprobación del nuevo cuadro legal, ya que "la ley no representa siquiera la totalidad del campo a favor del sí", en referencia a algunos diputados del PSD que votaron a favor de la despenalización pero en contra de esta ley.
Para Ribeiro y Castro esta ley "confirma lo que siempre pensamos, que el Partido Socialista y el Primer Ministro estuvieron mintiendo a los portugueses en la campaña electoral y en la propia noche de los resultados del referéndum".