El Gobierno de Andalucía autorizó a la paciente de distrofia muscular, Inmaculada Echevarría, a suspender los aparatos de respiración artificial que la mantienen con vida, en un polémico caso que confunde el derecho a rechazar tratamientos médicos desproporcionados con la legalización de la eutanasia.
El Comité de Ética de la Junta de Andalucía y el Consejo Consultivo andaluz apoyaron la solicitud de Echevarría arguyendo que no se trata de un caso de eutanasia activa, sino de rechazo a un tratamiento. Sin embargo, Echevarría no es una enferma terminal y el respirador no es un tratamiento para prolongar su vida sino un apoyo para que no muera asfixiada. Bajo esta figura legal, los médicos que desconecten el respirador no cometerían una acción punible según la Ley de Autonomía del Paciente y la Ley de Salud de Andalucía.
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Por su parte, la consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero, advirtió que la desconexión de Inmaculada Echevarría es un asunto "de obligada confidencialidad" sobre el que no habrá "más declaraciones" de su departamento.
Montero, quien inauguró hoy en Sevilla un encuentro de Unidades de Gestión Clínica del sistema sanitario público andaluz, subrayó, que la muerte de Echevarría es ya un asunto totalmente circunscrito "a la relación médico-paciente".
Recordó que éste es un caso con una componente "importante de intimidad" y pidió a todos los sectores implicados "respeto a la decisión de esta paciente".
Hospital católico se hace cómplice
El hermano Miguel Martín Calderón, Director del Hospital de San Rafael de Granada, perteneciente a la orden de San Juan de Dios, explicó en un comunicado dado a conocer el 2 de marzo, que aceptan los informes del Comité de Ética y el Consejo Consultivo.
Según el texto, los dos dictámenes "han señalado de forma inequívoca la ausencia de objeciones de carácter ético de esta solicitud y su adecuación a derecho". Por tanto, los responsables del centro "velarán de forma escrupulosa por el respeto de los derechos de la paciente".
Asimismo, garantizó "el adecuado cumplimiento de la totalidad de garantías y requisitos establecidos al respecto", en referencia a las condiciones impuestas por el Comité de Ética para avalar la desconexión.
Los responsables del hospital no quisieron dar a conocer los plazos para la muerte de Echevarría, pero insistieron en trasladar a la opinión pública el "deseo expreso" de la paciente sobre "el necesario respeto a su dignidad e intimidad".
Eutanasia siempre es ilegítima
De otro lado, el Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española y Arzobispo de Toledo, Cardenal Antonio Cañizares, comentó este caso y aseguró que la eutanasia es "siempre ilegítima" y "un atentado contra la dignidad y la vida humana".
Desconectar a una persona de un aparato es "sencillamente admitir la eutanasia y que el hombre puede quitarse la vida", dijo y precisó que este tipo de homicidio "siempre es un mal y algo que atenta contra el hombre, su vida y su dignidad".