Un periodista independiente publicó una osada reseña sobre el papel que jugaría la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en la obstrucción sistemática de la fe en la Isla.
Según Juan González Febles, del popular blog sobre temas cubanos "Religión en Revolución", la Oficina dirigida por Caridad Diego despliega "actividades contra el derecho natural de gentes o contra los Derechos Humanos, civiles y políticos del pueblo de Cuba".
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"Esta es la comisaría que dirige la actividad policial y el escrutinio de la fe de los cubanos", sostiene y denuncia que la Oficina "espía para la policía de Seguridad del Estado todas las actividades confesionales. Miembros del gobernante Partido Comunista y de la Unión de Jóvenes Comunistas infiltran las organizaciones religiosas para conocer sus actividades y la vida interna de las mismas. De acuerdo con la evaluación que de estas actividades haga la Oficina de la camarada Diego, tales organizaciones serán estranguladas o toleradas".
González precisa que Diego "es responsable de que ciertas confesiones no encuentren espacio ni permisos para construir templos, casas de oración o meros espacios para desarrollar sus actividades. El carácter policial del régimen de Fidel y Raúl Castro encuentra su realización más elaborada a partir de la actividad anti social de la Oficina de Diego".
"El ojo escrutador de la dictadura no se cierra jamás. A pesar de afeites cosméticos de última hora, como puede ser la autorización para que creyentes engrosen las filas del gobernante Partido Comunista, continúa la batalla contra la fe popular. Esta es parte muy importante del empeño represivo de la dictadura militar", agrega.
Según el periodista, la Oficina "tiene como fin condicionar el accionar devocional en Cuba, de acuerdo con las miras y necesidades políticas de la élite gobernante. Las acciones punitivas emprendidas contra pequeñas comunidades religiosas en regiones del interior de la Isla, son prueba irrebatible de este punto. También las negativas oficiales para la construcción de templos y lugares de oración y meditación".
"Cuando con soberbia el gobernante Fidel Castro declaró en los años 70 que Cuba no mantenía relaciones con el Reino de los Cielos, afirmó la vocación totalitaria de su régimen para intervenir y condicionar la fe religiosa del pueblo", recuerda.
"Hoy, la Oficina de Asuntos Religiosos, a cuatro manos con la policía de Seguridad del Estado, realiza este sucio trabajo. Son también los comisionados para los contactos oficiales con las organizaciones seudo religiosas que apoyan a la dictadura a lo largo del mundo. Algunos de estas organizaciones son financiadas de forma directa o indirecta por esta Oficina", precisa.
El periodista adelantó que "todas estas actividades, que hoy se mantienen a la sombra, saldrán sin dudas a la luz pública. Claro cuando Cuba sea libre y algunos archivos sean abiertos".