El empresario Richard Lugner, dueño del Centro Comercial Lugner-City en esta ciudad, puede ser excomulgado por promover el funcionamiento de la clínica abortista Venus-Med, a pesar de las advertencias del Arzobispo de Viena, Cardenal Christoph Schönborn.
La clínica Venus-Med abrió sus puertas a inicios de este mes en el Centro Comercial Lugner-City de propiedad de Richard Lugner, quien a pesar del pedido que le hizo el Cardenal Schönborn de no alquilar el espacio a esta clínica abortista, no retrocedió en su decisión.
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Venus-Med se presenta a sí misma como un “espacio de consejería médica y sexual”. Sin embargo, no orienta respecto a problemas relativos a la sexualidad humana sino que por el contrario abiertamente promueve y realiza abortos, y distribuye la controvertida píldora del día siguiente; todo ello ofrecido como un producto y un servicio más para sus clientes.
El Arzobispo de Viena enfatizó que “la vida no se comercializa. La negación de la vida no debe ser banalizada ni valorada simplemente como una posibilidad mas de compra-venta en un tour comercial”. “Tampoco es posible que una sociedad en general, reconozca el asesinato de una vida humana como una salida. Todo lo que una persona debe saber sobre el aborto está incluido en el quinto mandamiento: no matarás”, declaró enérgicamente el Cardenal vienés.
Por su parte, preguntado sobre la posibilidad de excomunión de Lugner, el Obispo Auxiliar de Salzburgo, Mons. Andreas Laun, afirmó que el empresario está ciertamente excomulgado, pues “como afirma el Catecismo la colaboración formal en un aborto es un delito grave, un delito que va directamente contra la vida humana y que la Iglesia sanciona con la pena de excomunión; al permitir la práctica del aborto en su centro comercial, Richard Lugner colabora directamente con este delito, por lo tanto está excomulgado”.
Respecto al apoyo que Venus-Med recibe de la controvertida agencia “Acción por la Vida”, Mons. Laun señaló que “si bien en un inicio esta agencia fue iniciativa de un grupo de fieles católicos, no era formalmente católica, en todo caso lo era solo de facto. En todo caso, hace mucho tiempo que dejó de serlo, y hoy en día defiende abiertamente muchas posiciones contrarias a la enseñanza de la Iglesia y contrarias a la sana razón. En sus inicios apoyé a Acción por la Vida, pero hoy en día estaría yendo directamente contra mi conciencia si la apoyase”.
Mons. Klaus Küng