El Papa Benedicto XVI alentó a trabajar incansablemente por los enfermos, especialmente aquellos que padecen enfermedades incurables y los niños, durante el lanzamiento de un nuevo proyecto apoyado por la Santa Sede que producirá vacunas para contrarrestar enfermedades pandémicas en los países más pobres del orbe.
En presencia de los ministros de finanzas de Italia, Inglaterra, Canadá y Rusia, junto con la Reina de Jordania y el Presidente del Banco Mundial, entre otros, el Pontífice señaló que este programa mundial busca “ayudar a resolver uno de los más grandes desafíos en lo que a cuidados preventivos se refiere y que particularmente afecta a las naciones pobres y con muchas necesidades”.
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Al recordar la próxima Jornada Mundial del Enfermo que se celebrará el 11 de febrero, el Papa precisó que ésta es ocasión para que la Iglesia busque “centrar la atención pública en las dificultades de quienes sufren, y en este año en aquellos que padecen de enfermedades incurables, muchos de los cuales están en su fase terminal”.
“En este contexto –prosiguió Benedicto XVI– aliento de todo corazón vuestros esfuerzos por este nuevo programa y su objetivo de avanzar en la investigación científica dirigida al descubrimiento de nuevas vacunas”. “Tales vacunas se necesitan con urgencia para prevenir que millones de seres humanos, incluyendo incontables niños, mueran cada año a causa de enfermedades infecciosas, especialmente en aquellas áreas de nuestro mundo en donde el riesgo es mayor”, precisó.
Tras recordar la necesidad de acortar la brecha que existe entre los países ricos y pobres, el Papa señaló que “la creativa y prometedora iniciativa lanzada hoy busca contrarrestar” esta situación, ya que está pensada “para crear ‘futuros’ mercados para vacunas, principalmente aquellas que permitan prevenir la mortalidad infantil”.
“Les aseguro el total apoyo de la Santa Sede a este proyecto humanitario que es inspirado por el espíritu de la solidaridad humana que nuestro mundo necesita para sobreponerse a toda forma de egoísmo y alentar la coexistencia pacífica entre los pueblos”, continuó.