Al recibir a dos grupos de obispos amigos de los movimientos de Los Focolares y de la Comunidad de San Egidio, el Papa Benedicto XVI destacó la importancia de los nuevos movimientos y carismas en la Iglesia.
Durante el encuentro, el Pontífice destacó que la cercanía de los obispos a los dos Movimientos “subraya la vitalidad de estas nuevas agregaciones de fieles y manifiesta además aquella comunión entre los carismas que constituye un típico ‘signo de los tiempos’”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Luego de destacar que “la variedad y la unidad de los carismas y ministerios son inseparables en la vida de la Iglesia”, el Santo Padre subrayó que “el Espíritu Santo quiere la variedad de los movimientos al servicio del único cuerpo que es la Iglesia. Y esto lo realiza a través del ministerio de quienes ha dispuesto que gobiernen la Iglesia de Dios: los obispos en comunión con el Sucesor de Pedro”.
“En el rico mundo occidental –siguió el Papa–, donde a pesar de estar presente una cultura relativista existe al mismo tiempo un deseo de espiritualidad, vuestros movimientos testimonian la alegría de la fe y la belleza de ser cristianos. En las vastas zonas deprimidas de la tierra comunican el mensaje de la solidaridad y se hacen cercanos a los pobres y a los débiles con ese amor, humano y divino, del que hablé en la encíclica ‘Deus caritas est’”.
El Santo Padre destacó que “el movimiento de los Focolares subraya el carisma y el servicio de la unidad, que se lleva a cabo en diversos ámbitos sociales y culturales”, así como “a través de los caminos del ecumenismo y del diálogo interreligioso”; mientras que “la Comunidad de San Egidio, que pone en el centro de su existencia la oración y la liturgia, se coloca al lado de los que atraviesan por situaciones de malestar y marginación social”.
los retos que nos interpelan al principio de este tercer milenio