El Cardenal Miguel Obando y Bravo, Arzobispo Emérito de Managua, aceptaría la propuesta que le hizo recientemente el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, para presidir el Consejo de Paz y Reconciliación, y precisó también que supedita esta decisión al visto bueno de la Santa Sede para desempeñar el cargo.
"Yo he utilizado el método de ver, juzgar y actuar, (y) aceptaría (el nombramiento) siempre que la Santa Sede dé el visto bueno", aseguró el Purpurado luego de recibir a un grupo de ex combatientes encabezados por el Partido Resistencia Nicaragüense (PRN).
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El Cardenal Obando también recordó que esta comisión, que no es parte del gobierno ni usará fondos del Estado, llevará las inquietudes de las víctimas de guerra a las autoridades y hará "todo lo que esté a su alcance para ver si se puede mejorar la vida" de estas personas, y que él cumpliría solamente el papel de facilitador.
El Purpurado nicaragüense explicó que "no se trata de ser miembro del gobierno sandinista", sino que trabajaría para ayudar a todas estas personas que sufrieron a causa de la guerra y a las que no se les ha cumplido.
Cuando fue consultado sobre la necesidad de un Consejo de Paz y Reconciliación cuando ya no existe la guerra, respondió que "la paz no es solamente ausencia de guerra". "Podemos caer en el error (de creer) que hay paz cuando no se oye el ruido de la ametralladora y el fusil pero si no hay comida, si no hay alimentación si no hay medicinas, si no hay escuelas, si no hay salud, ese es un centro peligroso de tensión", agregó.
Luego de explicar que "es el Papa el que toma la resolución" sobre su posible aceptación del cargo, el Purpurado indicó que ya ha informado a la Santa Sede la posibilidad de aceptarlo y que "sería el Papa el único que realmente puede conceder el permiso", dijo.