Marie-Ange Siebrecht, Jefa de la Sección para África-Asia de la organización internacional Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), da cuenta de la desesperada lucha de la comunidad cristiana en Irak por su fe, especialmente en el caso de los seminaristas y sacerdotes que han debido reubicarse para estar a salvo de la violencia y la persecución.
Marie-Ange Siebrecht viajó recientemente por el norte de Irak organizando proyectos de ayuda de AIS. En su relato, explica que la situación ha empeorado dramáticamente desde que visitara ese país por última vez en mayo de 2003.
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"Ahora hay pocos signos de esperanza. La gente siente que solo puede orar a Dios pidiendo ayuda. Dios no decepcionará a la gente de Irak. Nosotros no debemos dejarlos morir", dijo.
Siebrecht narra también como los seminaristas de Bagdad tuvieron que dejar la ciudad y se reubicaron en casas pre-fabricadas de la localidad norteña de Ainkawa.
"Por su parte, algunos sacerdote iraquíes describieron su experiencia al estar en cautiverio luego de ser secuestrados durante una ola de violencia ocurrida el año pasado. Y en la capital, en donde miles de cristianos viven detrás de sus puertas por temor a los extremistas musulmanes, los fieles superan el miedo y llegan las iglesias para asistir a Misa", indica.
Con casi la mitad de cristianos iraquíes que han dejado el país (unos 600 mil), AIS envía ayuda básica no solo para Siria, Jordania y Turquía sino también para todos aquellos que son refugiados en su propio país.
Los seminaristas de Irak ya han recibido ayuda de AIS. Esta organización también planea ayudar a los sacerdotes, especialmente a los que están en Bagdad.