"Al Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo no se le practicó la autopsia de ley por una orden escrita del Presidente de la República (Carlos Salinas de Gortari)", indicó el médico Mario Rivas Souza, Decano Médico Forense del estado de Jalisco.
En entrevista concedida al programa "Cara a Cara" de Radio 880, Rivas Souza recordó que al enterarse de la muerte de Cardenal Posadas, ocurrida el 24 de mayo de 1993, se dirigió "a las instalaciones de la Cruz Roja, en la sala de operaciones, en donde estaba el cuerpo. A mí me tocó quitarle su ropa, a mí no me platicaron dónde tenía los balazos. Yo lo desvestí para hacer la descripción de las lesiones que tenía".
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Asimismo, el médico dijo que cuando el entonces Nuncio Apostólico, Mons. Girolamo Prigionne, le preguntó por la mancha que el Arzobispo tenía en la barbilla, le indicó que "era pólvora de un balazo, y para que una lesión deje pólvora es porque los balazos fueron hechos a muy corta distancia".
Rivas Souza afirmó que el entonces Procurador General de la República, Jorge Carpizo, mintió cuando dijo que los disparos entraron por la espalda del Purpurado, dado que el funcionario "ni siquiera vio el cuerpo".
"Yo sigo asegurando que el señor Cardenal fue asesinado, y fue un asesinato completo, nada de confusiones ni nada, él tenía 14 balazos y el chofer nueve, lo que quiere decir que dispararon dos personas, uno que le dio a él y otro a su chofer", manifestó el Decano Médico Forense del estado de Jalisco.
Finalmente, el experto denunció que tras declarar abiertamente sobre el asesinato del Arzobispo, "las autoridades por todos lados se me echaron encima" ya que "Jorge Carpizo traía instrucciones claras de que se ocultara el asunto y se dijera que había sido un accidente. Yo sigo diciendo que no fue un accidente".