Durante la Misa celebrada con ocasión del 472 aniversario de la fundación de la capital peruana, el Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, destacó que el domingo debe ser el centro de la vida del cristiano.
“El domingo tiene tal fuerza en nuestra vida, que nunca debemos dejar de asistir a la Santa Misa y a la Eucaristía dominical, porque nos salva en la Cruz, nos alimenta en la Eucaristía y nos resucita”, dijo el Purpurado. “No podemos vivir sin celebrar los misterios de la Eucaristía Dominical”, agregó.
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El Cardenal resaltó luego “la grandeza y sabiduría de nuestra fe católica”, que ha hecho del domingo, instituido por Jesucristo, como el día central de la semana. Por eso, “invito a todos a que vuelva a nacer esa esperanza y esa alegría de acudir al templo”.
Ante la presencia de las diversas comunidades emigrantes de lengua quechua en Lima, que asistieron con las imágenes de sus respectivas advocaciones regionales, el Cardenal Cipriani subrayó la importancia de mantener viva la fe mediante la preservación de las tradiciones religiosas.
“Muchas veces se van perdiendo esas costumbres que recibimos de nuestros padres y abuelos, de rezar, de ir al templo, de acercarnos a la Confesión, de rezar el Rosario, y de ofrecer ese sacrificio por aquella devoción a María y a Jesús; y poco a poco, se van metiendo otros aspectos que ya no son de la fe católica”, advirtió el Arzobispo de Lima.
“Cuiden de sus tradiciones, y no dejen que el afán de dinero los lleve a otras costumbres que no son buenas y que ofenden a Dios”, concluyó.