Coahuila, en el norte del país, se convirtió en el segundo estado mexicano que aprueba la unión entre personas del mismo sexo.
El Congreso local avaló en sesión extraordinaria el llamado Pacto Civil de Solidaridad que otorga beneficios jurídicos como herencia, administración de bienes y pensión alimenticia a parejas de hecho homosexuales y heterosexuales.
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La medida obtuvo 20 votos a favor y 13 en contra, tras varias semanas de debate. Fue impulsado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y recibió el apoyo del Partido del Trabajo (PT).
La oposición estuvo liderada por el Partido Acción Nacional al considerar que la medida atenta contra la institución familiar. Un congresista del izquierdista Partido Revolución Democrática (PRD) se sumó a la oposición, pese a que su grupo apoya oficialmente las uniones homosexuales.
El oficialista PAN adelantó que interpondrá un recurso de inconstitucionalidad al colisionar con el artículo primero del Código Civil estatal.
El Pacto Civil de Solidaridad reconoce derechos y obligaciones a todas las parejas heterosexuales u homosexuales. Hace un mes se aprobó la misma medida en el Distrito Federal, bajo el nombre de Sociedades de Convivencia.
Quienes accedan al Pacto Civil de Solidaridad serán reconocidos como ''compañeros solidarios o civiles'' y su única salvedad es que si se trata de personas del mismo sexo, no podrán adoptar ni conceder la tutela de sus hijos a la pareja.
El panista Luis Alberto Mendoza Balderas explicó que su bancada votó en contra porque “'atenta contra la figura de la familia, que es la agrupación primaria natural de la sociedad y se forma por un hombre y por una mujer. Sin la familia no hay sociedad y sólo mediante la familia se consigue la conservación responsable de la especie”.