Durante la catequesis de la audiencia de hoy en el Vaticano, que tuvo como tema central la Navidad, el Papa Benedicto XVI hizo un llamado a no esperar a los “falsos profetas” que “siguen proponiendo una salvación ‘barata’ que acaba siempre generando desilusiones” sino “la llegada de Cristo, el único redentor verdadero del ser humano”.
Tras recordar la espera del pueblo elegido de un Mesías poderoso y victorioso que, sin embargo, culminó en la venida del Salvador nacido “en el silencio y en la pobreza más absoluta", el Santo Padre se preguntó si “¿la humanidad de nuestros tiempos espera todavía al Salvador?” porque “da la impresión de que muchos consideren a Dios como algo ajeno a sus intereses”.
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“Aparentemente no lo necesitan: viven como si no existiera o, lo que es peor, como si fuera un obstáculo para la realización propia". Incluso algunos creyentes "se dejan subyugar por quimeras prometedoras y doctrinas desviadas que proponen atajos ilusorios para alcanzar la felicidad”, explicó el Pontífice ante una numerosa audiencia en el Aula Pablo VI.
Y sin embargo, subrayó el Papa, "a pesar de las contradicciones, las angustias y los dramas, o incluso precisamente por eso, hoy la humanidad busca un camino de renovación y salvación, busca un Salvador y espera, a veces sin darse cuenta, la llegada de Cristo, el único redentor verdadero del ser humano”.
Para el Santo Padre, "los falsos profetas siguen proponiendo una salvación ‘barata’ que acaba siempre generando desilusiones. La historia de estos últimos cincuenta años es testigo de la búsqueda de un Salvador ‘barato’ y evidencia todas las desilusiones que de ello han derivado".
Ante ello, Benedicto XVI exhortó a los cristianos a "difundir con el testimonio de su vida, la verdad de la Navidad” que Cristo anuncia a todos. “Naciendo en la pobreza del pesebre, Jesús viene a ofrecer a todos la única alegría y la única paz que colman las expectativas del ser humano”.
Al final de la audiencia, durante los saludos en diversos idiomas, el Papa subrayó la importancia del Nacimiento en los hogares auspiciando que “un elemento tan importante, no solo de nuestra espiritualidad, sino también de nuestra cultura y nuestro arte, siga siendo una forma sencilla y elocuente para recordar a Aquel ‘que vino a habitar entre nosotros’”.
Finalmente, en su saludo en español a los peregrinos de América Latina y España, Benedicto XVI explicó “cómo prepararnos para recibir al Señor que viene”: mediante “la espera vigilante y la oración, que son la actitud fundamental del cristiano.
“Solo vigilando y orando podremos reconocer y acoger la luz del nacimiento de Cristo. En estos días, María y José, que anhelan estrechar en sus brazos al Niño recién nacido, nos ayudarán a vivir el gran misterio de la Navidad con renovado asombro y alegría, y con el don de la paz”, concluyó.