Al recibir a la delegación de la organización judía B’nai B’rith International, el Papa Benedicto XVI destacó que cristianos y hebreos deben trabajar juntos por la paz en el mundo.
El Pontífice reconoció que “mucho se ha avanzado en las últimas cuatro décadas en las relaciones Judeo-Católicas, y debemos estar agradecidos con Dios por la sorprendente transformación que ha tenido lugar sobre la base de nuestro patrimonio espiritual común”. El Papa señaló que es esta “rica herencia de fe la que nos permite no solo entrar en diálogo, sino también ser aliados en trabajar juntos por el bien de la familia humana”.
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“Nuestro mundo marcado por tantos problemas necesita el testimonio de gente de buena voluntas inspirada por la verdad, revelada en las primeras páginas de la Escritura, de que todos los hombres y mujeres han sido creados a imagen de Dios (cf. Gen 1:26-27), y por tanto poseen una inalienable dignidad y valor”.
Benedicto XVI destacó además que “Judíos y Cristianos están llamados a trabajar juntos por la sanación del mundo mediante la promoción de valores morales y espirituales basados en nuestras convicciones de fe. Si damos una claro ejemplo de fructífera cooperación, nuestra voz al responder a las necesidades de la familia humana serán aún más convincentes”.
Finalmente el Pontífice aprovechó la visita para reiterar mi “firme esperanza y oración por la paz en Tierra Santa. La paz solo podrá llegar si es la simultánea preocupación de Judíos, Cristianos y Musulmanes, expresada en un genuino diálogo interreligioso y gestos concretos de reconciliación”
no son el odio y la violencia, sino la comprensión