"Luego del colapso del comunismo muchas personas en nuestro país llegaron a la Iglesia y buscaron a Dios. Pero cuando se abrió el camino hacia la prosperidad, la orientación hacia Dios se perdió. Hoy, ‘cosechamos’ los frutos de este rumbo equivocado: una sociedad sin Dios", dijo el Arzobispo de Praga, Cardenal Miroslav Vlk, durante su visita a la sede de la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN)
El Purpurado indicó que "hemos perdido los valores fundamentales que incluyen el respeto por el otro y por la vida. El egoísmo se expande cada vez más y lo que nuestra sociedad necesita son los valores que ha perdido".
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El Arzobispo destacó el rol de los laicos comprometidos, especialmente cuando se acentúa la escasez de sacerdotes. "Este año en Praga tenemos 65 catecúmenos entre 20 y 25 años. Los más importante es nuestro testimonio cristiano", agregó.
"Hoy, la Iglesia en República Checa tiene muchas posibilidades de difundir su fe, pero no muchos medios para hacerlo, principalmente debido a que no han sido restituidas del todo las propiedades de la Iglesia", dijo.