La Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) encomendó "los gozos y esperanzas, los temores y angustias del pueblo mexicano" a Santa María de Guadalupe, al cumplirse mañana 12 de diciembre 475 años de su aparición ante San Juan Diego.
En un comunicado, la CEM recordó que con esta aparición, Santa María "se dignó manifestar su mensaje de amor a nuestro pueblo, indicando con sus gestos, palabras y su bendita imagen, el camino hacia Cristo, centro de nuestra fe católica".
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"Los mexicanos renovamos la felicidad de saber que la ‘Madre del verdadero Dios por quien se vive, el creador de las personas, el Dueño del cielo, el Dueño de la tierra’, quiso quedarse con nosotros, en ‘una casita’ en la cual nos espera, nos cuida, y nos conforta con sus palabras", afirmó.
El comunicado explica que la Virgen de Guadalupe "consiguió que dos pueblos con culturas opuestas que parecían abocados a destruirse, se hermanaran"; gestando "el nacimiento de nuestra Patria con una rica variedad de culturas unificadas por el vínculo de la fe".
"El Acontecimiento Guadalupano significó el comienzo de la evangelización con una vitalidad que rebasó toda expectativa. El mensaje de Cristo a través de su Madre tomó los elementos centrales de la cultura y religiosidad indígena, los purificó y les dio el definitivo sentido de salvación en Jesucristo", señalaron los obispos. Añadieron que su "rostro mestizo" expresa "su maternidad espiritual que abraza a todos los mexicanos".
Tras recordar que "la noble tarea de edificar un México mejor" requiere la colaboración de todos, los obispos pidieron a la Virgen de Guadalupe que interceda "para que todos los que habitamos estas tierras aprendamos a amarnos y aceptarnos como hijos de un mismo Padre".
El texto está firmado por el Presidente de la CEM, Mons. Carlos Aguiar Retes; y el Secretario General, Mons. José Leopoldo González.