En la tercera jornada de su viaje pastoral a Turquía, el Papa Benedicto XVI recorrió el histórico Museo de Santa Sofía, uno de los principales símbolos del país, y visitó la Mezquita de Sultanhamet, convirtiéndose en el segundo Pontífice que ingresa a un centro de oración musulmán.
El Santo Padre recorrió por media hora Santa Sofía o “Aya Sofía”, un monumento que fue basílica bizantina hasta 1453, luego fue convertida en mezquita y desde 1935 es un Museo Nacional.
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En este monumento convergen influencias artísticas cristianas e islámicas y fue visitado por sus antecesores Pablo VI y Juan Pablo II en sus respectivos viajes.
El Pontífice siguió con atención las explicaciones en italiano de varios guías, entre ellos el presidente del Museo.
Antes de abandonar Santa Sofía, firmó el Libro de Oro de los visitantes y dejó escrita una frase de recuerdo. Los responsables del centro le ofrecieron un jarrón como regalo por su visita.
Luego, el Pontífice se dirigió a la también llamada Mezquita Azul, al otro extremo de la plaza de Sultanahmet, en el casco viejo de la ciudad. Es conocida popularmente con este nombre debido a los azulejos de su interior.
Este centro musulmán se encuentra a unos cien metros de Santa Sofía. De esta manera se convirtió en el segundo Pontífice que ingresa en una mezquita luego que el Papa Juan Pablo II lo hiciera en Damasco en 2001.