El Obispo del Buenaventura, Mons. Héctor Epalza, retornó este lunes a su diócesis ubicada en el Pacífico colombiano, luego de ser obligado a abandonar sus funciones pastorales tras recibir amenazas de muerte.
Mons. Epalza salió de su diócesis a principio de mes, siguiendo el consejo del Nuncio Apostólico en Colombia, Mons. Beniamino Stella, y del Arzobispo de Cali, Mons. Juan Francisco Sarasti, que le recomendaron salir de la diócesis mientras se aclaraban las amenazas de muerte que había recibido tras presentar un informe sobre violaciones a los derechos humanos protagonizadas por los grupos armados ilegales de la región.
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El Prelado llegó este lunes en la mañana procedente de Bogotá bajo la protección especial de la Armada Nacional y celebró una Eucaristía en la Catedral del puerto.
El Obispo de Buenaventura declaró sentirse satisfecho por regresar a Buenaventura y se comprometió a permanecer al lado de la feligresía y a trabajar siempre por los más necesitados.