Esta mañana en la Plaza de San Pedro miles de personas se reunieron para rezar el Ángelus Dominical con el Papa Benedicto XVI, quien al introducir la oración mariana recordó que la realeza de Jesús está ordenada para liberación de los hombres de la esclavitud del pecado y para reconciliarlos con Dios.

“Jesús no ha venido para dominar a los pueblos y territorios, sino para liberar a los hombres de la esclavitud del pecado y reconciliarlos con Dios” afirmó el Santo Padre al citar la respuesta de Cristo a Pilato ante la pregunta sobre su ser rey de los judíos.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

Asimismo hizo notar que Jesús, tras afirmar que es rey, agrega que “ha nacido para esto y para esto ha venido al mundo: para dar testimonio de la verdad”.

Respondiendo a la pregunta sobre la verdad que “Cristo viene a testimoniar en el mundo”, el Pontífice dijo que “la totalidad de la existencia de Cristo revela que Dios es amor”.

“La Cruz  -prosiguió- es el trono desde el cual Cristo ha manifestado la sublima realeza de Dios Amor: ofreciéndose en expiación del pecado del mundo, Él ha derrotado el dominio del ‘príncipe de este mundo’ y ha instaurado definitivamente el Reino de Dios. Reino que se manifestará en plenitud al final de los tiempos”.

Más adelante invitó a todos a “acoger libremente la verdad del amor de Dios, que es Amor y Verdad, y tanto el amor como la verdad  no se imponen jamás: tocan a la puerta del corazón y de la mente y, donde pueden entrar, aportan paz y gozo”.

Finalmente el Papa destacó que a la “realeza de Cristo ha sido asociada la Virgen María, quien unió su ‘sí’ incondicional al del Hijo Jesús y se hizo con Él obediente hasta el sacrificio”.

A continuación rezó el Ángelus e impartió su Bendición Apostólica.