Unos 20 desconocidos atacaron a un sacerdote franciscano en su casa la medianoche del 19 de noviembre y lo dejaron abandonado porque pensaron que había muerto, como parte de los incidentes que la policía considera un intento de robo.
El P. Marian Pulichamakil, de 62 años de edad, tuvo que ser hospitalizado e ingresado al área de cuidados intensivos debido a que los múltiples cortes en la cabeza y el cuerpo que le hicieron los atacantes lo dejaron inconsciente.
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Los desconocidos también lanzaron dos bombas caseras a la residencia del presbítero ubicada en la misión de Hansdiha, mil 300 km al este de Nueva Delhi. Luego de oír las explosiones, los vecinos avisaron a la policía y a otro sacerdote que vive cerca de allí.
El. P. Pulichamakil, nativo del estado sureño de Kerala en India, vive con la tribu Santal y desde hace tres años dirige la escuela para niños que él mismo fundó en el lugar. Unos 150 pequeños asisten a ella.. Otro sacerdote franciscano, el P. Tom Chitto, consideró que "el ataque fue para robarle el dinero de la escuela".
La policía informó que los atacantes huyeron antes de que los vecinos llegaran a la casa del sacerdote. Rakesh Mohan Sinha, encargado de la investigación, comentó que "es impensable que un hombre santo como éste, que ha estado trabajando por el bien de las personas aquí, haya sido atacado de tal brutal modo".