El Obispo Auxiliar de Birmingham, Mons. William Kenney, junto con otros líderes religiosos exhortaron ayer al Gobierno inglés a eliminar las bombas racimo que terminan con la vida de muchas personas, especialmente civiles.
En la misiva enviada al Ejecutivo, firmada también por algunos líderes metodistas, bautistas, judíos y musulmanes, señalan que "el dolor causado a los civiles por estas armas durante y después de los conflictos ha sido documentado durante algún tiempo y aún está en escalada. Estas armas matan o hieren a civiles durante los ataques, y sus efectos duran años contaminando letalmente el ambiente en el que se encuentran".
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Mons. Kenney, quien es también vocero del Episcopado inglés para asuntos europeos, llamó al Gobierno de su país a mostrar "su claro compromiso para proteger civiles durante las acciones de los conflictos. Cada acción será bienvenida como muestra de paz por la gente de todos los credos".