El Obispo de Tarazona, Mons. Demetrio Fernández, afirmó que el sexo no se elige así lo diga el Parlamento, porque en el principio "Dios creó al hombre, varón y mujer los creó".
En su carta titulada "Dios ama también a los homosexuales", el Prelado se refirió a la Ley de Identidad de Género aprobada por la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, que permitirá a las personas que lo deseen cambiar su nombre y sexo en el documento de identidad, sin necesidad de una operación quirúrgica o resolución judicial.
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Mons. Fernández advirtió que dicha ley "es contraria a la verdad del hombre" y no ayuda a las personas con tendencia homosexual. Además, indicó, "siembra la confusión en el ambiente social donde vivimos".
El Obispo recordó que Dios "no desprecia a ninguna de sus criaturas" y ama a los homosexuales "porque son personas, creadas por Dios para su gloria". "No hay personas de primera y personas de segunda. Ni menos aún, personas desechables", afirmó.
Sin embargo, explicó que a causa del pecado original se trastornó "toda la naturaleza creada". "A partir del pecado original, la naturaleza entera sufre un trastorno, un desequilibrio que nos afecta a todos. Y dentro de la naturaleza, el hombre nace herido por el pecado. El hombre creado a imagen y semejanza de Dios constata que esta imagen está enmarañada, desdibujada", señaló.
El Obispo de Tarazona afirmó también que "uno no elige su propio sexo, por más que lo diga el Parlamento. Sea cual sea su inclinación, debe aceptarse a sí mismo como es y debe vivir su sexualidad en un clima de castidad, que le enseñe a amar gratuitamente. La sexualidad humana también esta dañada por el pecado, y debe ser redimida por un amor creciente, para el que todo hombre cuenta con la gracia de Dios".
Asimismo, explicó que el amor "no necesariamente se expresa por el ejercicio de la sexualidad" y, aunque el mundo está "supererotizado", "la redención de Cristo es gracia abundante para vivir la castidad con libertad, en la situación personal en la que cada uno se encuentre".
"A un niño o a un joven hoy le es más difícil vivir el plan de Dios con estas leyes que enrarecen el ambiente. Por eso, hemos de buscar la luz donde se encuentra, en Cristo resucitado hombre nuevo, también para estos temas de sexualidad, que a tanta gente perturban", precisó el Prelado.