El Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, resaltó que hay dos tipos de personas: las agnósticas que no creen en Dios ni en la vida eterna y los creyentes, que apuestan por el diálogo y la tolerancia.

Durante su programa semanal Diálogo de Fe, el Purpurado señaló que el agnosticismo, al que calificó como una postura de moda, consiste en no creer en Dios ni en la vida eterna y por el contrario es intolerante, quiere imponerlo todo y considera que la verdad se decide en mayoría. Agregó que el agnosticismo busca la opinión pública para imponer las ideas, y confunde a las personas manipulando argumentos como la democracia, la tolerancia y el diálogo.

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El Card. Cipriani resaltó que "la agenda del agnóstico es relativista y por lo tanto es no tener moral" y alertó que hoy estamos "llenos de preocupaciones inmediatas y caemos en los "valores" de los agnósticos "como son por ejemplo: la búsqueda del dinero, del placer, de la comida, del poder, y del éxito".

Según el Arzobispo de Lima, estos aspectos son importantes pero "no se pueden convertir en algo que nos cierre a la vida eterna" porque son "simplemente medios, ya que el fin para el creyente es la felicidad de una familia, el sostenimiento de un empleo y de un trabajo y el entendimiento entre sus miembros" y que la agenda del creyente debe ser por el contrario "el diálogo y la tolerancia pero en la verdad".

El Primado del Perú sostuvo que la vida política tampoco debe regir en la vida espiritual de las personas, y por eso es necesario "abrir esa otra agenda que propone la familia, la escuela, las costumbres sanas en la calle. Los medios de comunicación que respeten la verdad y el bien, el deporte como medio de distracción y cultura, la política como búsqueda del bien para las grandes mayorías en la verdad".