Un centenar de miembros de organizaciones sociales, entre ellas la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), irrumpieron en la Catedral Metropolitana para gritar consignas contra el Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, en plena Misa dominical.
Ayer domingo, momentos antes que el Arzobispo comenzara su homilía centrada en el amor al prójimo, representantes y simpatizantes de diversas organizaciones sociales ingresaron al templo gritando consignas contra el Purpurado, acusándolo de apoyar las acciones que el Gobierno federal realiza para reinstaurar el orden en Oaxaca. Dichas personas fueron sacadas del recinto con el apoyo de los feligreses y de la policía local.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El amor es la regla para resolver conflictos
Luego que el orden regresara al templo, el Cardenal Rivera señaló que "el amor es la regla de oro para resolver todos los conflictos", en cambio, enfatizó que el odio "nos terminará destruyendo".
Asimismo, el Arzobispo llamó a los católicos a no avergonzarse de anunciar el mensaje de Cristo. "En nuestra sociedad pluralista, cuando un grupo ofrezca en el escaparate de la libre expresión su mercancía, los cristianos no debemos avergonzarnos de repetir con Jesús que "no hay mandamiento mayor que amar al Padre Dios y a los hermanos hombres", afirmó.
Por otro lado, en conferencia de prensa, el Director General de Comunicación Social del Arzobispado de México, P. Hugo Valdemar Romero, indicó que las actividades del Purpurado y las Misas en la Catedral continuarán de manera normal.
No es la primera vez que grupos radicales violentan la Catedral Metropolitana. Durante los días posteriores a las elecciones presidenciales del 2 de julio, simpatizantes y miembros de la Coalición Por el Bien de Todos, del entonces candidato Andrés Manuel López Obrador, ingresaron al templo en varias ocasiones acusando al Cardenal de tomar una posición política con respecto a los resultados.