LIMA – El sacerdote misionero de la diócesis del Callao, Pascal Koné Naougnon, de 51 años de edad, falleció en la madrugada del 1 de noviembre víctima de un asalto armado en Costa de Marfil, África, lugar donde fue enviado de misión desde el año 2003.
Según una nota de prensa del obispado, el sacerdote marfileño murió “víctima de un asalto armado perpetrado en la casa de unos feligreses, en donde, al parecer, Pascal ofreció su cuerpo como escudo para proteger la vida de uno de los familiares de la casa que lo acogió”.
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“Así fue su muerte, de la misma manera como fue su vida, una entrega total al servicio de Cristo y de su Iglesia”, dice el comunicado de la diócesis “chalaca” donde el presbítero cursó sus estudios eclesiásticos y fue ordenado sacerdote, en 1999, por el Obispo Miguel Irizar.
Nacido en el seno de una familia animista, a los 12 años de edad quiso recibir por su propia voluntad el bautismo en la Iglesia Católica, donde recibió el nombre de Pascal. A los 25 años de edad entró a formar parte del Camino Neocatecumenal en una ciudad cercana a su pueblo natal. En 1990 fue enviado como seminarista al Perú para comenzar la formación sacerdotal en el Seminario Redemptoris Mater y Juan Pablo II del Callao.
Siendo presbítero realizó su labor pastoral en diferentes lugares del Perú. Posteriormente, ya en su país natal, se desempeñó como misionero itinerante y luego como párroco.