El Arzobispo de Barcelona, Mons. Lluís Martínez Sistach, afirmó en una reciente carta pastoral que "la Iglesia está a favor de la investigación científica cuando ésta se pone al servicio del ser humano, pero también une su voz a la de todos aquellos que, en nombre de la ética, denuncian unos programas científicos que atentan contra la vida humana".
En su última carta pastoral, Mons. Martínez explica que "no es nada fácil, en estos momentos, armonizar las exigencias de la investigación biomédica con las exigencias de la ética". "No todo aquello que técnicamente se puede hacer es factible desde un punto de vista ético. Los avances técnicos no pueden estar al margen de las normas morales", agrega.
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Luego de criticar la reciente aprobación de una ley, que permite utilizar embriones para la investigación, por parte de la Unión Europea, el Prelado señala que "para la Iglesia no es fácil expresar, a través de los medios de información, su pensamiento y sus razones. La Iglesia, a pesar de estas dificultades, quiere estar al servicio de la persona humana y defender su carácter trascendente y el respeto que merece el ser humano en todos los estadios de su existencia".
El Arzobispo recuerda la actualidad de las palabras del Concilio Vaticano II cuando éste expresa que "hoy día, el género humano, admirado por sus propios descubrimientos y por su poder, se interroga, a menudo con angustia, sobre la evolución actual del mundo, sobre el lugar y la misión del hombre en el universo, sobre el sentido de sus esfuerzos individuales y colectivos, y también sobre el destino último de las cosas y de los hombres". "La Iglesia sabe que no puede imponer su visión del hombre, pero no puede dejar de proponerla, ya que, si no lo hiciera, no cumpliría su misión", añade el Prelado.
Después de recordar otro pasaje del documento Lumen Gentium, del Concilio Vaticano II, Mons. Martínez expresa que "no hay ninguna ley humana que pueda amparar tan bien la libertad y la dignidad personal como el Evangelio que Cristo ha confiado a la Iglesia".