El portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Padre Juan Antonio Martínez Camino, reiteró que “no se puede negociar políticamente” con el grupo terrorista ETA y negó que hubiese dicho “que haya que excluir a ETA de todo diálogo”.
Refiriéndose a la publicación en el diario El País de un inventado apoyo del Papa Benedicto XVI a las negociaciones políticas del Gobierno con el grupo terrorista y de supuestas conversaciones entre el Obispo de Bilbao, Mons. Ricardo Blázquez, y el de San Sebastián, Mons. Juan Uriarte, con la misma banda, el vocero señaló que no le consta que “ningún miembro de la Iglesia Católica esté negociando con ETA”.
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El vocero fue preguntado por la prensa sobre unas declaraciones que hizo hace unos días a la cadena COPE, en las que dijo que ETA “no es una interlocutora legítima” y que “no es moral que los asesinos puedan sentarse a una mesa como interlocutores políticos para negociar con representantes del Estado de Derecho”.
El sacerdote explicó que ésta es la postura oficial de la CEE pero no significa que “no pueda hablarse o se mantengan contactos con ETA para que no mate”.
“Los principios morales o éticos en este campo, son principios claros que hay que aplicar en las circunstancias concretas”, indicó y agregó que “no se pueden dar recetas de antemano sobre cuando los actos o actuaciones concretas sobrepasan o están en contra de los principios de la ética”.
Además, volvió a rescatar la carta pastoral de la CEE sobre “La valoración moral del terrorismo en España, de sus causas de sus consecuencias” publicada en noviembre de 2002, como postura oficial de los obispos en este tema.
El vocero recordó que en su artículo 40, la carta dice que “ante cualquier problema entre personas o grupos humanos, la Iglesia subraya el valor del diálogo respetuoso, leal y libre como la forma más digna y recomendable, para superar las dificultades surgidas en la convivencia”.
“Al hablar del diálogo no nos referimos a ETA, que no puede ser considerada como interlocutor político de un Estado legítimo, ni representa políticamente a nadie, sino al necesario diálogo y colaboración entre las diferentes instituciones sociales y políticas para eliminar la presencia del terrorismo, garantizar firmemente los legítimos derechos de los ciudadanos y perfeccionar, en lo que sea necesario, las formas de organizar la convivencia en libertad y justicia”, aclaró el portavoz.