El Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Mons. William Skylstad, anunció ante la prensa mexicana que ha enviado una carta al Presidente George W. Bush pidiendo vetar la ley que autorizará la construcción de más de mil kilómetros de muro en la frontera con México.
“Nos oponemos a esta legislación porque creemos que puede conducir a la muerte de inmigrantes que intenten ingresar a Estados Unidos y a un incremento en los casos de violencia relacionado al contrabando”, dijo Mons. Skylstad en Dallas, luego de visitar la región fronteriza con México, acompañado de otros obispos.
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El Presidente del Episcopado estadounidense señaló a la prensa mexicana que la carta al Presidente Bush señala que el muro “enviará una señal errónea a nuestro pacífico vecino del sur, México, así como a la comunidad internacional”.
Mons. Skylstad destaca en la carta que las muertes de inmigrantes se han duplicado desde 1995, cuando el gobierno federal comenzó una serie de iniciativas diseñadas a desviar el flujo de indocumentados de los puertos de entrada y de otras rutas tradicionales.
“En nuestra estimación, la edificación de un muro en la frontera obligaría a los migrantes, desesperados por encontrar un empleo para alimentar a sus familias, a buscar alternativas más peligrosas para ingresar al país, contribuyendo a un aumento en las muertes”, dijo Skylstad.
“La Iglesia Católica es testigo de la pobreza que conduce a gente desesperada a buscar empleo en nuestro país y esos asuntos de raíz económica que provocan la inmigración indocumentada no se resolverán con más cercas o barreras”, dijo el Obispo.
“Desde esta perspectiva, sentimos que solo el desarrollo de las políticas de economía global y de comercio diseñadas a ayudar a crear mejores salarios en sus países de origen permitirán a las personas permanecer en sus hogares, mantenerse a sí mismos y a sus familias”, concluyó.
Mientras tanto, en México el Arzobispo de Puebla, Mons. Rosendo Huesca, expresó su esperanza en que los gobiernos de México y de Estados Unidos lleguen a un acuerdo migratorio porque “los dos países se necesitan”.
Según el Prelado, el anunciado muro fronterizo no resolverá el problema del flujo migratorio. “Lo hará más peligroso, más mortal, pero no lo va a resolver. No servirá para una política ordenada y humanitaria de migración, de convenio de mano de obra entre dos países que se necesitan”, indicó y reconoció que México necesita crear empleos debidamente remunerados para que nadie tenga que emigrar.