La Conferencia Episcopal Ecuatoriana pidió a los dos candidatos presidenciales que se enfrentarán en la segunda vuelta electoral, que presenten planes serios, concretos y coherentes con la fe cristiana, ya que ambos se han manifestado abiertamente católicos.
El Episcopado pidió a los candidatos planes "concretos a corto, mediano y largo plazo", y expresó confiar en que ambos políticos se "comprometan en servicios concretos y posibles, señalando por qué, cómo y cuándo serán realizados".
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Los prelados manifestaron el deseo de los ciudadanos de cambios profundos, necesarios para recobrar el "optimismo y acortar la enorme brecha entre ricos y pobres", a través de políticas que incluyan un trabajo ágil y completo con las personas enfermas y pobres y un "rescate de la moralidad pública" que posibilite el cambio de las entidades públicas y sus trabajadores, elimine la corrupción y demás manifestaciones equivocadas.
Las leyes deben incluir también una mayor "atención a la familia y la defensa de la vida" y una educación de calidad y en libertad, que respete el "derecho de los padres de familia a educar a sus hijos de acuerdo a sus creencias y criterios"; e incluir políticas sociales que mejoren la condición de la población campesina.
En su comunicado oficial, los obispos ecuatorianos resaltaron el buen comportamiento de los ciudadanos en el proceso electoral del 15 de octubre y confiaron en que este comportamiento se conserve por los próximos cuatro años.
La segunda vuelta que definirá al próximo presidente de Ecuador se realizará el 26 de noviembre próximo entre Álvaro Noboa del Partido Renovador Institucional de Acción Nacional (PRIAN), y Rafael Correa del Partido Sociedad Patriótica (PSP).