El Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) llamó a los feligreses a rechazar la liberalización del aborto en el referéndum que podría realizarse el próximo año, de ser aceptado por el Presidente Aníbal Cavaco Silva.
El Parlamento Portugués aprobó ayer realizar un referéndum para extender las causales de aborto y despenalizarlo desde las primeras diez semanas de gestación. En 1998 los portugueses rechazaron en consulta popular un primer intento por liberalizar esta práctica.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"No podemos, pues, dejar de decir a los fieles católicos que deben votar por el ‘no’ y ayudar" a explicar a otras personas sobre el significado de "la dignidad de la vida humana, desde el primer momento", afirma el comunicado del Consejo Permanente.
El texto señala que el periodo de debate, previo a la consulta, no es "una campaña política", sino una etapa que sirve para "aclarar las conciencias". "Nosotros, los obispos, no entramos en campañas políticas, mas no podemos dejar de contribuir en el esclarecimiento de las conciencias", afirma.
El comunicado señala que la vida humana, con toda su dignidad, existe desde la concepción, y que se trata de un "valor absoluto" que debe ser promovido "en todas las circunstancias". Recuerda que para los católicos el aborto provocado "es un pecado grave" porque viola la Ley de Dios, así esté legalmente permitido. "El aborto no es, pues, una cuestión exclusivamente de moral religiosa; porque este ataca los valores universales de respeto a la vida", advierte el texto.
Asimismo, indica que la legalización "no es el camino para resolver el drama del ‘aborto clandestino’", que crea traumas espirituales en el corazón de la mujer. El texto denuncia que quienes promueven el aborto frecuentemente son movidos por fines lucrativos.
Además, explican que el aborto "no es un derecho de la mujer", y que "nadie tiene el derecho de decidir si un ser humano vive o no vive". "El respeto por la vida es el principal fundamento de la ética, y está profundamente impreso en nuestra cultura", recuerdan los obispos.
Finalmente, el Consejo Permanente de la CEP exhorta a los católicos y a quienes comparten esta visión de la vida, a esforzarse por esclarecer las conciencias de la gente y a continuar trabajando en la defensa de la vida.
La actual legislación, de 1984, establece penas de hasta tres años para la mujer que se practique un aborto ilegal y de dos a ocho años al médico que lo realice. Sin embargo, permite abortar en las primeras 12 semanas de gestación en caso de violación o de riesgo para la vida o salud de la madre.