El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, destacó que "es esencial entender el matrimonio entre el varón y la mujer como un camino de amor para contrarrestar la constante mercantilización a la que es expuesta la persona humana".
En su carta semanal titulada "Sí, hay un camino para el amor", el Prelado invitó especialmente a los padres de familia a "hacer todo lo posible para que se garantice en las familias este contenido fundamental de la educación humana".
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Ese camino es el de la "fidelidad y la renuncia a la instrumentalización del otro, el camino de la lógica del matrimonio fiel e indisoluble entre varón y mujer", anotó.
Mons. García-Gasco alertó también de "la degradación del ser humano que hace especialmente de las mujeres objetos que se pueden comprar y vender", y agregó que su mercantilización "cambia el amor por el dinero y hace más perceptible el egoísmo de considerar al otro ser como un objeto que se puede usar y abandonar cuando deja de ser apetecible".
"La prostitución de mujeres que proceden de países pobres o la trata de blancas son algunas manifestaciones indignas presentes en nuestra sociedad de las que las mujeres suelen ser las principales víctimas. La fe cristiana rechaza con energía la mercantilización del ser humano, la negación de su libertad y la explotación sexual. Más bien propone el camino de la unificación de la persona desde su libertad más profunda", apuntó.
Finalmente, citando la encíclica del Papa Benedicto XVI Deus Caritas est, el Arzobispo de Valencia destacó que "para el cristiano, el amor, antes que un mandamiento, es la respuesta al don del amor de Dios, con el que viene a nuestro encuentro".