El Cardenal Francis Arinze, Prefecto para la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, afirmó que los laicos africanos tienen "una fuerte conciencia de su ser Iglesia".
En entrevista concedida a Radio Vaticano, el Purpurado indicó que "los laicos en África se sienten realmente parte de la Iglesia". "Muchas son las cosas que están bien porque los laicos están presentes en la sociedad, la política, la educación, la medicina", añadió.
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"Otro elemento ciertamente positivo es el número de jóvenes, provenientes de muchos países africanos, que responden a la vocación sacerdotal y religiosa. Esto es considerable. Muchos países hablan de un ‘boom’, de un surgimiento de vocaciones sin precedente en la historia", prosiguió el Cardenal Arinze.
Luego de explicar que la Iglesia en África es "conciente de su ser misionera", el Purpurado manifestó que las buenas situaciones en ese continente "las debemos agradecer a la Divina Providencia. Pero es cierto también que no faltan los problemas, los desafíos".
Al hablar de estos desafíos, el Cardenal considera que "son muchos: la justicia, el respeto de los derechos humanos, el respeto a la mujer, la atención de los más pobres, a los más pequeños, a todos aquellos que no tienen quien hable por ellos".
"Convencer a aquellos que hacen política que las consideraciones religiosas deben influenciar la esfera política y no porque la Iglesia dicte leyes para la política, sino en el sentido que la enseñanza social del cristianismo con respecto al derecho, el respeto por el otro, la justicia, el sentido del servicio a la sociedad, es ciertamente válido, ¡Y no solo para la mañana del domingo! Esto es ciertamente un desafío", continuó.
A continuación el Prefecto para la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos comentó que "la Iglesia debe contribuir, ciertamente no con fórmulas políticas, sino con la conversión del corazón humano. La Iglesia no puede quedarse en la sacristía, porque las alegrías, los desafíos y los sufrimientos de la gente son también las alegrías, desafíos y sufrimientos de la Iglesia".
Asimismo, el Purpurado comentó que "mucha gente considera que la Iglesia es voz de los que no tienen voz, una institución -tal vez entre las últimas- en la que se puede confiar" lo que se constituye en "una gran responsabilidad y representa, por lo mismo, un gran desafío, porque el pueblo se fía de la Iglesia tanto como de aquellos que la dirigen, ya sean clérigos, laicos o religiosos; todos deben conocer esta gran responsabilidad".
Finalmente explicó que la justicia, la reconciliación y la paz serán asuntos de vital importancia para la próxima Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, que se realizará en el año 2008.