La Universidad Loyola de Chicago, que pertenece a la Compañía de Jesús, invitó a una militante abortista para que ofreciera una conferencia a los estudiantes de bioética en la que trató de convencerlos de la supuesta moralidad del aborto.
Judith Arcana, integrante del servicio "Jane" que se especializó en ofrecer abortos ilegales antes de 1973, ofreció una clase sobre "Ética de la Reproducción Humana" en la que consideró que el aborto "debe ser un acto compasivo".
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Arcana es una vehemente promotora del aborto y asegura que el movimiento anti-vida solo ganará el "terreno perdido" si admite que el aborto es el asesinato de un niño vivo, pero defiende la decisión de la madre.
Según informa la agencia LifeSiteNews, Arcana fue presentada por dos profesores que no mencionaron su trabajo en "Jane" y en su ponencia, la militante equiparó el aborto y la fractura de una pierna.
La agencia explicó que "la Loyola University es, por lo menos de nombre, una universidad católica que no ha estado exenta de controversias por la presencia de oradores abortistas en su campus pese a la disposición de los obispos de Estados Unidos del año 2004 en la que indican que ‘las instituciones no deben honrar a quienes actúan en contra de nuestros principios morales fundamentales. No deben darle premios, honores, lo que supondría apoyar dichas acciones’".
El sitio pro-vida también denunció que este centro de estudios es una de las "universidades católicas que tiene un enlace a Planned Parenthood en su sitio web. También enlaza al Howard Brown Health Center, un centro de apoyo para la comunidad de gays, lesbianas y transexuales".
Por su parte, el Encargado de Comunicaciones de la Loyola University, Steve Christensen, justificó la presencia de Judith Arcana explicando que la misión del centro jesuita es formar a la persona integralmente y "para permitir un diálogo abierto se permite la presencia de personas que tienen argumentos que técnicamente se oponen a la visión de la Iglesia Católica". Christensen no hizo comentario alguno a la instrucción de los obispos nacionales de no convertir los centros educativos católicos en plataforma de conferencistas abortistas.