El Papa Benedicto XVI celebró ayer la Misa de exequias por el Cardenal Dino Monduzzi, Prefecto Emérito de la Casa Pontificia, que falleció el pasado viernes a los 84 años, destacando el generoso servicio a la Iglesia del Purpurado italiano.
Durante la Misa celebrada en el altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro, el Santo Padre recordó algunas etapas de la vida del Cardenal, “animada por una fe evangélica sencilla y profunda, que aprendió ya desde la primera infancia en su familia".
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Tras evocar su temprana participación en la Acción Católica y, como sacerdote, su participación en actividades apostólicas como las “Misiones Sociales” entre los campesinos en Italia, el Papa recordó su servicio en la Santa Sede como secretario de oficio del Maestro de Cámara y secretario y regente del Palacio Apostólico.
"Fue el suyo un largo y apreciado servicio a cuatro pontífices", observó Benedicto XVI, que culminó en 1986 con el nombramiento de Prefecto de la Casa Pontificia y en 1998 con su inclusión entre los miembros del Colegio Cardenalicio por parte de Juan Pablo II.
El Cardenal Monduzzi, dijo el Santo Padre, “llega ahora a la patria celeste, prometida a todos los que entregan su vida al servicio de Dios y de los hermanos. Trabajó para el Reino de los Cielos, viendo en los encuentros con las personas ocasiones inapreciables para suscitar la nostalgia de las cosas celestiales y el amor por la Iglesia.
Finalmente, el Papa recordó el lema episcopal del Purpurado, “Patientiam praeficere caritati”, en el que "se inspiró siempre", ya que "en toda circunstancia supo encontrar en la virtud de la paciencia el camino por excelencia para conformar su vida a Cristo, soportando dificultades y sufrimientos e intentando ejercer la caridad con todos".