La Asamblea Plenaria del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) que se realizó del 4 al 8 de octubre en Moscú, emitió un comunicado en la que precisó que solo hay vocaciones "cuando existe el testimonio de sacerdotes y religiosos que tienen una profunda vida espiritual y son capaces de vivir en comunidad. La crisis es, básica y fundamentalmente, una crisis de fe".
Los prelados europeos señalaron que "en el pasado, Europa Occidental proporcionó muchas vocaciones y ofreció al mundo muchos misioneros, pero ahora pasa por una grave crisis. Por un lado, los jóvenes de esta parte del Continente son afectados por los matrimonios rotos, el aislamiento, el subjetivismo, la falta de guía, la primacía de las emociones, el rechazo a las decisiones permanentes, la dificultad de aceptar la existencia del dolor; y por el otro buscan ideales radicales, autenticidad, el amor a Jesucristo".
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Al referirse a la Iglesia en el Viejo Continente y a la situación del mundo, la CCEE resalta que "existe cada vez más una conciencia de la responsabilidad de Europa hacia otros continentes, especialmente hacia los pueblos sumidos en la violencia, hambre, injusticia, falta de libertad y que son finalmente forzados a emigrar. Que Europa busque el bien común y no se vuelva sobre sí misma para convertirse en una especie de ‘fortaleza’".
Además, en su declaración, comentan la situación de la religión y la Iglesia en Rusia -a la que pertenecen aproximadamente un millón 400 mil personas- que "durante el siglo XX ha sido bañada por la sangre de los mártires". "El futuro de Rusia y de su renacimiento espiritual depende de las condiciones y posibilidades de la Iglesia. Necesitamos tomar ventaja de este momento de la historia que el Señor nos concede", precisó el Arzobispo de la Madre de Dios en Moscú, Mons. Tadeusz Kondrusiewicz.
En este importante evento realizado en el Seminario Mayor de San Petersburgo María Reina de los Apóstoles, también se trataron importantes temas como las relaciones ecuménicas, la difícil situación de los cristianos en los países de mayoría musulmana y las distintas amenazas que se ciernen sobre el matrimonio y la familia, como las ley del "matrimonio" homosexual aprobada recientemente en España y que desnaturaliza la relación natural querida por Dios.