El Obispo de Gualeguaychú y delegado de la Conferencia Episcopal Argentina para la Pastoral de Juventud, Mons. Jorge Lozano, criticó la actitud de las autoridades de reducir las políticas sexuales a la genitalidad y no en dirigirlas hacia la adecuada formación sexual de las personas.
En su artículo "Sexo, sociedad y progresismo", publicado en el diario La Nación, el Prelado citó los dos casos de aborto practicados a mujeres víctimas "del abuso sexual y la violación", los cuales, a más de un mes de realizados, dejan puntos que "corren el riesgo de quedar desdibujados".
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Mons. Lozano recordó que en ambas ocasiones "el debate –por así llamarlo– fue sobre el aborto" y sobre la educación sexual de los adolescentes. Sin embargo, señaló, "poco se dijo de la educación sexual de los adultos (...), autores del atropello a la intimidad". Indicó que ello es lamentable porque demuestra que es poco lo que la sociedad ha reflexionado.
"Los adultos hablamos de cómo los jóvenes viven la sexualidad y organizamos los programas educativos que ellos necesitan. Y por casa, ¿cómo andamos? ¿No son adultos los más grandes consumidores de pornografía? ¿No son adultos los que organizan el negocio de la trata y el tráfico de seres humanos?", cuestionó el Prelado.
Mons. Lozano dijo que en la sociedad actual "el acto sexual se va distanciando –hasta perderse– del conocimiento mutuo, del diálogo, del encuentro interpersonal, del amor. En la exaltación del placer se busca la satisfacción en un cuerpo sin persona".
En ese sentido, criticó que las políticas públicas llamadas “de salud sexual y reproductiva” estén orientadas "a una consideración de la genitalidad desvinculada no sólo de la persona y del amor, sino también de la sexualidad misma. (...). Necesitamos pasar de 'políticas púbicas' a políticas públicas de verdad. Es reduccionista pensar la sexualidad sólo como genitalidad".
Asimismo, criticó la nueva ley que legaliza la ligadura de trompas y la vasectomía, la cual, "sin debate social y casi sin debate parlamentario", ha convertido un delito en un derecho. Dijo que al parecer "los marginados de siempre (los pobres) han aumentado en número y en agresividad y que hay que legislar para que no sean más", como si ellos fuesen "causa de subdesarrollo y de pobreza", cuando el origen de la misma "es la concentración de la riqueza en unos pocos y la acumulación de la pobreza en muchos".
"Hay que partir de las preocupaciones reales del pueblo real, no de supuestos o de modelos. Los pobres preguntan cómo alimentar a sus hijos, no cómo no tenerlos. Los amamos dándoles más cabida en nuestras vidas, no decidiendo cuántos hijos estamos dispuestos a autorizarles. No son mascotas hogareñas", señaló.
En ese sentido, denunció que "un seudoprogresismo vacío de ideal y de futuro", pretende hoy "ganar espacio de modo prepotente y autoritario". "Vivimos en la llamada posmodernidad, que todo lo banaliza. No alcanzamos a distinguir si esta sociedad es evolución de la anterior o su devaluación, descomposición y degradación", afirmó.
Finalmente, Mons. Lozano recordó a los argentinos que la verdadera preocupación es hacer más digna la vida de todos los hombres y "que la llegada de la vida nueva fuera tan deseada como la vida misma".
http://www.lanacion.com.ar/opinion/nota.asp?nota_id=844270