Con motivo del inicio de octubre, mes del Rosario, el Obispo de Jaén, Mons. Ramón del Hoyo López, hizo un llamado a conservar y recuperar la práctica cotidiana de esta devoción mariana y enseñarla a niños y jóvenes.
En una carta pastoral, el Prelado andaluz resalta que la luz de la Anunciación "debió iluminar siempre la oscuridad de la peregrinación de fe" de María y que en el "rezo del Rosario nosotros acompañamos" a la Virgen en esa peregrinación y "participamos con ella en ese recorrido".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Para el Obispo, "mientras desgranamos las cuentas del Rosario y repetimos estas palabras del saludo del Ángel a María", nosotros somos iluminados por el misterio de Cristo y "nuestros gozos y dolores cotidianos, adquieren un peso de luz y de gloria, al sumergirse e incorporarse en el misterio mismo de la Encarnación, Muerte y Resurrección del Señor".
"El rosario es oración a María, pero también con María. Ella se hace presente en nuestra vida con esta sencilla y profunda oración del Rosario. Una oración tan fácil y a mismo tiempo tan rica que merece la pena conservarla y recuperarla donde sea necesario, por la comunidad cristiana, la familia y todo cristiano", agrega.
Por eso, exhorta Mons. Del Hoyo a su grey, "que no falte esta oración en ninguna comunidad de cristianos". "Enseñen a los niños y a los jóvenes. Estoy seguro que si se les ayuda y favorece su comprensión y valoración serán capaces de sorprendernos, una vez más a los adultos, recitando, con el entusiasmo propio de su edad, esta oración tan llena de contenidos", explica.
Asimismo pide "que no falte en los hogares cristianos que valoran como un tesoro supremo el proceso de crecimiento de los hijos. Es proporcionarles el itinerario de la vida de Cristo desde su concepción hasta su muerte, desde su resurrección hasta su ascensión. Va a ser su propio recorrido en la vida".
Por último, expresó saber muy bien que el Rosario es la oración preferida de los enfermos y ancianos, y a veces, la única para más de uno. "Ojalá os llegaran mis palabras de ánimo para mantener este clamor nuestro ante el Señor y unir nuestras voces. Es la oración probablemente más eficaz, junto con la Eucaristía, en nuestra Iglesia. Es el encuentro diario más auténtico con nuestra Madre del Cielo", concluye.