Para el experto en temas islámicos y sacerdote jesuita Samir Khalil Samir, si se lee con atención el discurso del Papa Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona, se descubre que “la verdadera crítica del Papa, de hecho, está dirigida a Occidente, que ha alejado la razón de Dios”.

Según el sacerdote egipcio, catedrático de la Universidad de San José en Beirut, lejos de ofender a los musulmanes, el discurso del Santo Padre “es uno de los más bellos jamás escritos sobre el diálogo integral entre cristianos, creyentes (judíos y musulmanes) y agnósticos, porque está fundado sobre la razón universal y animado por un verdadero humanismo”.

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En un texto reproducido por el diario La Razón, el Padre Samir explicó que en su viaje a Alemania, el Papa “pronunció varios discursos de gran espesor teológico tocando temas neurálgicos: la evolución, la cuestión obrera, la secularización, el islam y el cristianismo. El del martes pasado en Ratisbona era un tratado académico filosófico-teológico, lleno de citas y palabras en griego, con un texto que supera el nivel medio de los investigadores”.

“En muchos casos, los medios de comunicación de Occidente se han parado en la superficie de sus palabras, interpretándolo en clave política de conflicto entre occidente y el mundo islámico. La traducción al francés no ha estado disponible hasta hace poco, y tampoco en árabe. El mundo musulmán, sin embargo, desde el miércoles, comenzó a ‘calentarse’, excitado por ‘Al-Yazira’, que dio la noticia de forma instrumentalizada y
provocadora”.

“Se nos pregunta: ¿por qué el islam hace tanto ruido a propósito de un discurso de 3.600 palabras que casi nadie ha leído íntegramente? La respuesta según mi entender es: para buscar una válvula de escape a los problemas políticos y económicos -¡Y qué mejor alivio que ‘el opio del pueblo’!- y para alimentar una nueva polémica con Occidente, reforzando artificialmente el victimismo, pero obteniendo un resultado totalmente opuesto: esto es, ¡confirmar delante del mundo que con ‘ellos’ no se puede dialogar!”, explicó.

El experto señaló que el Papa recordó “un sólo verso coránico, el más citado por los musulmanes en Occidente: ‘Ninguna restricción en las cosas de la fe’” y evocó un texto del emperador Manuel II Paleólogo “en donde critica a los musulmanes por el recurso a la violencia para convertir a los otros, diciendo que ‘la violencia es algo irracional’”.

“Entonces, ¿por qué estas reacciones de parte de tantos musulmanes? El párrafo sobre el islam ocupa cerca de un 10 por ciento de la lección (373 palabras de 3.565 en el original alemán)”.

El Papa, en cambio, repitió una frase cinco veces: “No actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios”. “Ha partido de esta frase para después profundizar en su discurso: critica el uso de la violencia por motivos religiosos, como haría todo intelectual musulmán consciente y responsable”, indicó el experto.

En este sentido, precisó que el Papa cuestionó el falso iluminismo opuesto al auténtico y criticó “un cierto racionalismo ateo o laicista difundido en Occidente. ‘Esta tentación de crítica de la razón moderna en su interior -dice en la conclusión- no incluye absolutamente la opinión que ahora se debe volver atrás, a antes del iluminismo, rechazando las convicciones de la edad moderna (...). Se trata, sin embargo, de una prolongación del concepto de razón y del uso de ésta’. Aquí está la grandeza del teólogo humanista que es Benedicto XVI. La palabra clave, que repite cuarenta y seis veces en esta lección, es ‘razón’, porque la meta es una fe en armonía con ella”.