La Santa Sede habría escrito al controvertido ex Arzobispo Emmanuel Milingo pidiéndole que detenga su participación en el grupo "Sacerdotes casados ya!" -creado por él mismo-, bajo riesgo de enfrentar una suspensión canónica.

Según la agencia Associated Press, el ex Arzobispo de Lusaka habría recibido una carta del Prefecto de la Congregación para los Obispos, solicitándole que envíe al Papa una carta de arrepentimiento antes del 15 de octubre o de lo contrario enfrentará la "suspensión canónica".

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"Vuestro comportamiento, actividades y declaraciones públicas durante los meses pasados son totalmente contrarias a la obligación de todo Obispo", habría escrito el Cardenal Giovanni Battista Re en la carta. "En nombre de Jesucristo, os suplico reflexionar seriamente sobre vuestro comportamiento y todas sus consecuencias".

Su historia

Después de dedicarse por años a la celebración de controvertidas ceremonias de "sanación" y "exorcismo", Milingo decidió abandonar la Iglesia Católica al contraer unión, el 26 de mayo de 2001, con una mujer coreana bajo los auspicios de la Iglesia de la Unificación, secta liderada por el cuestionado magnate coreano Sun Myung Moon.

Tras la exigencia formal planteada a Milingo por la Santa Sede en julio de ese año para que se retractase o enfrentase la excomunión, el Papa Juan Pablo II lo recibió en Castelgandolfo.

Luego el Arzobispo emérito aceptó comenzar un período de retiro espiritual en vías a su plena reconciliación con la Iglesia, y escribió una breve pero elocuente carta dirigida al Santo Padre expresándole su deseo de retornar al seno de la Iglesia Católica.

En septiembre de 2002, Milingo publicó un libro autobiográfico titulado "El pez recuperado del fango", en el que admite que su retorno se produjo "al borde del precipicio" y denuncia haber sido víctima de un complot por parte de Moon.

Después de su retiro de un año en Argentina, Milingo celebró en noviembre de 2002 su primera Misa pública en la que realizó, ante unos mil fieles y un centenar de periodistas congregados en la abadía cisterciense de Casamari (Italia), una nueva profesión de fidelidad a la Iglesia y habló de la importancia de vivir la obediencia.

Sin embargo, abandonó recientemente el centro de espiritualidad donde residía y apareció en una conferencia de prensa en Washington D.C. en la que daba cuenta de su reencuentro con Moon, haber retomado su vínculo con la acupunturista surcoreana con la que se "casó" y haber decidido emprender una campaña a favor de la eliminación del celibato eclesiástico.