"El Amor no viene en píldoras". Con este título, el Arzobispo de Concepción, Mons. Antonio Moreno, publicó un mensaje en el que asegura que los jóvenes chilenos necesitan con urgencia una auténtica formación que les permita conocer y vivir el amor, en vez del anunciado reparto de anticonceptivos.
Según el Arzobispo, "lo que los jóvenes necesitan no son píldoras, condones o técnicas para ‘hacer el amor’, sino una educación que les dé la sabiduría que enseña a conocer qué es el amor y los prepara a vivir en el amor".
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De esta manera, Mons. Moreno se pronunció en el debate desatado en el país por el anuncio de la Ministra de Salud sobre el próximo reparto gratuito y sin consentimiento de los padres de anticonceptivos y píldoras del día siguiente entre los adolescentes chilenos.
"Las urgencias de la gente no están en la línea de la liberalización ética sino, entre otras, en la de una seria educación que dé valores de vida permanentes fundados en la naturaleza humana", indicó Mons. Moreno y precisó que "ése es el camino que permitirá superar males sociales que hoy parecen sorprender a muchos, pero que no son sino las consecuencias del relativismo moral que está en la base de una agenda política que para ciertos sectores parece ser prioritaria: cambiar los fundamentos éticos de nuestra cultura".
Asimismo, recordó que la píldora del día siguiente "no sólo es anticonceptivo", "sino que hay razones muy fundadas de que es abortiva, lo cual hace de por sí inmoral su uso y su distribución. Atenta contra la familia, en cuanto promueve, por sí misma, la sexualidad desligada de cualquier compromiso definitivo abierto a la vida".
El Arzobispo aclaró que "en la modalidad adoptada por el Ministerio de Salud para su distribución (a niñas desde los 14 años sin intervención de sus padres) está violando el derecho natural y, en Chile, constitucional, que tienen los padres sobre la educación de sus hijos".
También consideró "lamentable que alcaldes, que por su filiación se deben presumir cristianos, se declaren dispuestos a distribuir la píldora. Deben reconocer que están muy lejos del pensamiento del Magisterio de la Iglesia" pero "también de lo que ‘piensa la gente’ y de lo que espera de sus autoridades".