La Diócesis de San Cristóbal de las Casas (México) envió una carta a ACI Prensa intentando "aclarar" la noticia publicada por la agencia el viernes 8 de septiembre, respecto al pedido explícito de la Santa Sede de que se detengan las ordenaciones de diáconos permanentes en la diócesis.
La noticia de ACI, recogida por otras agencias como Notimex, se basó en una nota del boletín oficial "Notitiae" de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en la que explícitamente se solicitaba al Ordinario de San Cristóbal atenerse a lo ya pedido el 26 de octubre de 2005: poner fin a la ordenación de diáconos permanentes hasta nuevo aviso.
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En la carta firmada por Mons. Felipe Arizmendi y su Obispo Auxiliar, Mons. Enrique Díaz, se señala que la noticia fue comentada "con afirmaciones que no contiene la carta, y que nos repercuten gravemente".
Por ello proceden a aclarar lo siguiente: "En ninguna parte de esta carta, ni en la que se nos envió el 26 de octubre de 2005, que aquí se menciona, dicha Congregación nos ‘ordena poner punto final a las ordenaciones de diáconos permanentes en la región de Chiapas’. Tampoco las cartas hacen alusión a lo que ACI Prensa califica como ‘controvertida teología india’".
Curiosamente, la carta del 26 de octubre dice explícitamente lo siguiente, en su original en italiano: "Non si può ignorare che, anche cinque anni dopo la partenza di S. E. Samuel Ruiz da San Cristóbal de las Casas, continua ad essere latente nella Diocesi l’ideologia che promuove l’implementazione del progetto di una Chiesa autoctona. In questo senso, la Riunione Interdicasteriale si è pronunciata per una sospensione di eventuali ordinazioni di diaconi permanenti fino a che non sia stato risolto il problema ideologico di fondo".
La carta textualmente reconoce el esfuerzo persistente de implementar una "iglesia autóctona" y pide clara y explícitamente la "suspensión de futuras -en italiano la palabra "eventuale" no equivale al "eventual" español- de diáconos permanentes hasta que no se haya resuelto el problema ideológico de fondo".
ACI Prensa, sostuvo -y sostiene- que la carta de la Santa Sede claramente ordena detener las ordenaciones.
La segunda "aclaración" de Mons. Arizmendi confirma lo que dice ACI Prensa en su noticia citando textualmente: "se considera necesario comunicarle que, en lo que se refiere a su mencionada carta, es esencial que V. Excelencia se adecue amablemente a cuanto se le fue comunicado después de la última Reunión Interdicasterial, con carta Prot. 159/00, de fecha 26 de octubre de 2005".
Sin embargo, Mons. Arizmendi comenta que "en ningún momento se cierra la posibilidad de que, en el futuro, puedan ordenarse nuevos diáconos permanentes". La aclaración es correcta… pero no compete a ACI Prensa, pues la agencia nunca afirmó que la suspensión era eterna.
Sin embargo, la declaración sí es definitiva respecto de poner un punto final a las actuales tendencias, y claramente rechaza lo que Mons. Arizmendi propuso en su carta de respuesta: que los diáconos permanentes se sigan formando bajo el manto de ser catequistas para que puedan ser ordenados en cualquier momento.
Esa interpretación, como aclara el breve y contundente comunicado del Dicasterio citado por ACI Prensa, no corresponde ni a la letra ni al espíritu de la decisión del 26 de octubre de 2005.
La carta añade otra "aclaración": "Tampoco en la carta del 26 de octubre de 2005… se nos solicita ‘evitar insistencias sobre el tema’. Lo que se nos pide es ‘no alimentar en los fieles expectativas contrarias al Magisterio y a la Tradición, como en el caso de un diaconado permanente orientado hacia el sacerdocio uxorado’, para no colocar ‘a la Santa Sede en la situación de tener que rechazar las distintas peticiones y presiones y, de este modo, se le hace aparecer como intolerante’".
Sin embargo, esta "aclaración" confirma lo que señaló ACI Prensa: mientras el diaconado permanente siga en Chiapas -como sigue- ligado a un proyecto de una controvertida "iglesia autóctona" -que Mons. Arizmendi heredó de Mons. Samuel Ruiz-, la diócesis debe evitar insistir sobre el tema. El laconismo de la segunda carta del Dicasterio así lo confirma.
Profesión de fidelidad
La carta señala que "hemos demostrado con nuestros hechos que acatamos la decisión de la Santa Sede, porque se trata de una orden, no de una sugerencia. El hecho de que sigamos formando a nuestros catequistas de comunidades y dándoles los ministerios de Lector y Acólito, con los permisos para bautizar y, con el aval de la Conferencia Episcopal y la autorización de la Santa Sede, para asistir válidamente matrimonios, no es rebeldía, sino una responsabilidad pastoral para atender los servicios que los fieles requieren. No dejamos de esperar que algún día puedan ser ordenados diáconos permanentes, pues la necesidad concreta de nuestra Iglesia lo demanda, pero será hasta que la Santa Sede lo considere pertinente. Que no haya temor de que desobedezcamos, pues somos una Iglesia con Pedro y bajo Pedro".
"Suplicamos su oración, para que el Espíritu Santo, con el auxilio de nuestra Madre María de Guadalupe y de San Juan Diego, nos ayude a ser fieles discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en El tengan vida", concluye la carta.