Las banderas negro-rojo-doradas que invadieron casas y automóviles en Alemania durante el reciente Campeonato Mundial de Fútbol han sido reemplazadas por las blanco-amarillas en la ciudad de Ratisbona. Y es que blanco y amarillo son los colores del Papa Benedicto XVI, que mañana inicia la visita a su Baviera natal.
El Presidente de las Congregaciones Marianas masculinas, P. Heinrich Wachter, fue quien tuvo la idea de repartir banderas pontificias. Señaló que muchos alemanes “querían unirse a la alegría y el entusiasmo vividos durante la última Jornada Mundial de la Juventud en Colonia, y de la reciente Copa Mundial. Ver la banderita con el escudo papal en muchos autos, es ocasión para que sus conductores se saluden entusiasmados cuando se cruzan unos a otros por la ciudad”.
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“Para nosotros los católicos –agregó el sacerdote– es una inmensa alegría contar con un Papa alemán. Las banderas son un signo visible de nuestra fe y nuestra solidaridad. Mi sueño es que en unos días todos en Ratisbona anden embanderados”. En los últimos días ha recibido más de 700 pedidos, cada uno solicitando entre 100 y 150 banderolas.
El propio P. Wachter explicó también que ha probado la banderola en la autopista a velocidades de hasta 140 kilómetros por hora. El presbítero conoce personalmente al Santo Padre desde hace décadas, pues es vecino del P. Georg Ratzinger, hermano del Papa. Recientemente antes de la Pascua, tuvo el honor de cenar con él y sus dos secretarios. La lengua usada en esa ocasión fue el dialecto bávaro.