El Arzobispo de Glasgow, Mons. Mario Conti, expresó su respaldo a los nueve bomberos que fueron sancionados por haberse negado a repartir volantes durante una reciente marcha del "orgullo gay".
Las autoridades del Servicio de Bomberos de Strathclyde disciplinaron a sus miembros alegando que éstos no deberían decidir a quién atienden. Sin embargo, Mons. Conti explicó que ni la competencia ni el compromiso de estos servidores públicos se vieron amenazados por su negativa.
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El Arzobispo defendió las "legítimas preocupaciones (de los bomberos) de no ser objeto de burlas y bromas" contra "sus sentimientos religiosos por parte de personas vestidas como sacerdotes y religiosas que agredían a la Iglesia" en la marcha.
"El deber de obedecer la conciencia personal es más alto que el de obedecer órdenes", recordó el Prelado.