Un estudio realizado por la Dra. Priscilla Coleman, catedrática de la Bowling Green State University (BGSU) demostró que el aborto en las adolescentes genera más problemas psicológicos que dar a luz al bebé.
Su estudio, publicado en el Journal of Youth and Adolescence, encontró que quienes abortan tienden cinco veces más a necesitar ayuda psicológica. Para Coleman, el estudio "habla bastante fuerte". "Específicamente, encontramos que solo una adolescente que dio a luz luego de un embarazo no deseado busca atención psicológica por cada cinco que la requieren por voluntad propia cuando han abortado", explica.
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Según informan Mary Rettig y Jenni Parker de Agape Press, la investigadora indica que los datos han sido tomados de una muestra de mil mujeres para conocer las diferencias entre las adolescentes que tienen a sus hijos y las que abortan.
La investigación realizada por la catedrática de la BGSU revela también que las jóvenes que dieron a luz a sus bebés tienen menos problemas de sueño que las que abortaron. Además, "el estudio demostró que solo una joven que dio a luz, en comparación a las seis de las que abortaron, reportaron uso frecuente de marihuana", explica Coleman.
En su estudio, la profesora de la BGSU afirma que para "las mujeres que se sienten forzadas por otros o por las circunstancias a abortar, los efectos negativos posteriores al aborto son más comunes". Asimismo precisa que las adolescentes, al estar menos preparadas para asumir la maternidad, son con frecuencia más vulnerables a la presión para someterse a un aborto.
Pese al buen trabajo y a la validez de los datos aportados por la catedrática, ésta denuncia que pocos medios informan sobre el resultado de sus investigaciones. De hecho, le tomó mucho tiempo, según explica, hacer que el Journal of Youth and Adolescence publicara su estudio.
Para otros investigadores como el Dr. David Reardon del Elliot Institute, los defensores del aborto insisten en que las mujeres que dan a luz a sus bebés sufren más. "El estudio de Coleman desbarata este argumento" y "muestra que los hechos no sostienen a las especulaciones de los defensores del aborto".
Por su parte, Brendan Malone, vocero del grupo pro-vida neozelandés Family Life International, indica que el estudio de Coleman "es parte de un conjunto de investigaciones que científicamente descartan el mito de que el aborto es mejor para las mujeres jóvenes que dar a luz a sus bebés terminando así su embarazo".
Malone señala también que las adolescentes son el segundo grupo más grande que se somete a abortos en Nueva Zelanda y por esa razón urge al Gobierno para que implemente las estrategias necesarias que protejan a las jóvenes de los daños del aborto.