Autoridades escocesas castigaron a un futbolista polaco por haber hecho la señal de la cruz al iniciar el segundo tiempo de un partido. Los representantes calificaron este gesto cristiano como "ruptura de la paz".

Según informa el sitio LifeSiteNews.com, la Crown Office and Procurator Fiscal Service (COPFS), autoridad escocesa para la lucha e investigación del crimen, consideró que tres gestos del arquero del Celtic, el polaco Artur Boruc, instigaron a la hinchada del equipo rival, el Rangers, durante el juego realizado en el estadio Ibrox en Glasgow.

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Boruc hizo la "V" de victoria, un "gesto obsceno" hacia los hinchas contrarios y se hizo la señal de la cruz al inicio del segundo tiempo del partido, una costumbre del guardavallas desde que comenzó su carrera deportiva.

Luego de investigar el caso, el Fiscal declinó llevar el asunto a la corte, pero como castigo por los gestos, incluyendo el haberse santiguado, le abrió al guardameta un expediente penal con una advertencia.

Un vocero de la COPFS comentó que "los gestos de Boruc enardecieron a la multitud en un partido de fútbol y han sido considerados como una ruptura de la paz y eso es inaceptable".

La decisión ha generado gran controversia porque el Fiscal no hizo distinción alguna entre los gestos y la señal de la cruz hechas por el arquero del Celtic. Para un vocero de la Iglesia Católica en Escocia, Peter Kearney, la decisión es "alarmante". "Es extremadamente negativo que Escocia sea uno de los pocos países en el mundo en donde un simple gesto religioso es considerado una ofensa", añadió.

Según el diario Sunday Herald, la Iglesia en Escocia espera que la COPFS clarifique "si considera que hacerse la señal de la cruz es una acción ofensiva equivalente a cualquier gesto de la mano".

"Esto no es un asunto católico sino una cuestión de derechos humanos", dijo otro vocero. "La libertad religiosa es parte de los derechos humanos contemplados en la declaración de las Naciones Unidas sobre este asunto", añadió.