El Arzobispo de Mendoza, Mons. José María Arancibia, aseguró que ante casos tan trágicos como el de la joven discapacitada que hace unos días fue sometida a un aborto, “la Iglesia apela a las conciencias, ofrece con honestidad su palabra; confía sobre todo en la verdad dicha con caridad”.

Mons. Arancibia dirigió un mensaje a los pastores y laicos de su arquidiócesis en el que les pidió no desanimarse en la defensa de la vida y luego de expresar su dolor por lo ocurrido, Mons. Arancibia precisó que “no juzgamos ni condenamos. Ofrecemos nuestra oración a Dios”.

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Asimismo, explicó que apenas conocida la situación de la joven embarazada por una violación, “un sacerdote de la diócesis integró el Comité de Bioética del Hospital Militar. Ante un caso similar, lo primero que hay que hacer es escuchar e informarse”.

“Desde el principio de este delicado tema, hemos tenido una línea de conducta que ha buscado conjugar: la firmeza y la claridad en la defensa de la vida, con el respeto por las personas y las instituciones. Esto supone abordar lealmente la complejidad del problema humano y ético planteado: los derechos humanos de la madre y del hijo por nacer; el respeto por la ley que nos rige y su vinculación con el orden moral. Una simplificación del problema nos ahorraría muchos dolores de cabeza. Pero, ¿obraríamos con fidelidad al Evangelio? ¿no traicionaríamos así nuestra conciencia ciudadana?”, cuestionó.

El Arzobispo valoró “la actitud de los fieles católicos que se han interesado por este tema, sumándose a una red de oración, actuando con desinterés y abnegación. Algunas organizaciones civiles han tomado parte activa en el debate. Muchos de sus miembros son católicos. Han hecho legítimo uso de los medios que la democracia pone en manos de los ciudadanos cuando quieren defender lo que consideran importante para la vida social. Es injusto descalificar su conducta como autoritaria o dogmatista”.

En este sentido, denunció que “se ha hablado de presiones y amenazas. Si éstas se han dado, constituyen actos reprobables, protagonizados por cierto por una minoría. No expresan el sentir de los católicos mendocinos. No podemos dejar de preguntarnos, sin embargo: ¿Cuántas presiones se han puesto de manifiesto en estos días? Los intereses en juego han sido muchos”.

“¿Qué actitud hemos de tener los católicos ante el curso de los acontecimientos? Reconocemos y promovemos la legítima laicidad del estado y de la justicia. Somos respetuosos de las instituciones que rigen nuestra sociedad. No queremos imponer nuestra fe a nadie. Desde nuestro amor a Dios, defendemos valores humanos comunes a todos. Los medios que la Iglesia posee son los de Cristo: la palabra dirigida a la conciencia, la verdad y la caridad”, agregó.