En un mensaje hecho público con ocasión de la Jornada Mundial del Turismo 2006 que se celebra el próximo 27 de septiembre, el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes recordó que el turismo es una ocasión para vivir el testimonio cristiano.
El documento titulado “El turismo es riqueza”, lleva la firma del Cardenal Renato Martino y Mons. Agostino Marchetto, respectivamente Presidente y Secretario del dicasterio.
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El texto saluda a todos los que trabajan en el sector del turismo y cuantos acogen a los turistas con “trato humano, amable y, para muchos, también cristiano”.
Tras señalar las numerosas implicaciones y repercusiones enlazadas con el fenómeno turístico, que va creciendo cada vez más y que tiene múltiples aspectos, el mensaje destaca las posibilidades de encuentro y reciprocidad que se abren en los viajes.
Según el documento, el turismo es riqueza “precisamente en la medida en que nos ayuda a relativizar los sistemas llamados ‘ricos’ y nos abre a la percepción de otras formas de ‘ser ricos’”.
“Los pueblos –sigue el texto– se encuentran en un movimiento turístico imparable”, y auspicia que en medio de esta tendencia “se fortalezcan cada vez más los sentimientos de solidaridad hacia los pueblos necesitados”; un hecho que debe darse “cuando se abren las ventanas de un sistema, favoreciendo el acceso a los tesoros culturales, históricos, naturales, estéticos, humanos y espirituales que cada pueblo conserva más o menos celosamente”.
“El contacto con el otro lleva, más bien, a descubrir su ‘secreto’, a abrirse a él para aceptar sus aspectos válidos y contribuir así a un conocimiento mayor de cada uno. Es un proceso largo, encaminado a formar sociedades y culturas, haciendo que sean cada vez más reflejo de los multiformes dones de Dios a los hombres”; agrega el texto, citando al recordado Pontífice y Siervo de Dios Juan Pablo II.
El turismo revela una riqueza universal