En medio de un encendido debate público suscitado por los recientes casos de jóvenes discapacitadas cuyas familias solicitaron el aborto por violación, el Obispo de Nueve de Julio, Mons. Martín de Elizalde, hizo un llamado a reaccionar ante la terrible situación del “vaciamiento moral de la sociedad" que origina problemas como la difusión de la inmoralidad sexual y la “frívola destrucción de la vida”.
En un comunicado sobre "la defensa de la vida y la ética sexual y reproductiva", el Prelado argentino denunció que "la difusión de la inmoralidad sexual, la justificación de las actitudes aberrantes en este ámbito, la frívola destrucción de la vida, como si esta no fuera más que una consecuencia no querida o defectuosa de los actos inmorales, la instrucción sobre prácticas y métodos de modo que no queden rastros ni secuelas, son el resultado nada desdeñable de una situación terriblemente grave: el vaciamiento moral de nuestra sociedad".
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Tras afirmar que "no sólo los cristianos, todos los hombres y mujeres de buena voluntad deben reaccionar antes de llegar a situaciones que no tendrán retorno", Mons. Elizalde consideró que "la responsabilidad de los políticos es inexcusable".
"La conciencia de los electores deberá hacérselo saber, exigiendo a sus representantes que reflejen los ideales que deben modelar a la sociedad, y no que los combatan y anulen. Los profesionales católicos están, por su parte, moralmente obligados a formarse e informarse acerca de la doctrina de la Iglesia, para actuar de acuerdo con ella y para trasmitir a los que solicitan sus servicios una propuesta que les permita obrar con justicia y misericordia".
Aborto de jóvenes discapacitadas
Sobre los recientes casos de jóvenes discapacitadas argentinas cuyas familias solicitaron el aborto por violación, el Obispo advirtió que se busca que esas situaciones particulares "se conviertan en el argumento para promover acciones con un alcance general".
"De un hecho concreto y circunscrito, aunque no infrecuente, se extrae una consecuencia que deberá aplicarse, según el modelo cultural impuesto, a todas las circunstancias similares. Es lo que sucede con la joven incapaz, embarazada, para quien se pedía el pretendido ‘derecho de abortar’, fundándose en que esa concepción es el resultado de una violación".
Según el Prelado, las opiniones vertidas en algunos medios sobre estos casos "no sólo expresaron sus pareceres particulares sobre la ley vigente, sino que, a partir de esa base, solicitaron se ampliase la posibilidad del aborto en nuestra legislación".
“No siempre lo que es legal es ético. No siempre lo que la ley propone como posible –no punible, en este caso– es de ejecución obligatoria", concluyó.