Al comentar la actual reforma de educación sexual promovida por la Secretaría de Educación Pública, el Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Familiar del Episcopado mexicano, Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, señaló que la Iglesia nunca se opondrá a este tipo de educación siempre que ésta sea integral y adecuada a la dignidad de cada persona.
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"Cada uno filtra la información que recibe de acuerdo a sus experiencias vitales, a su contexto social, a su nivel de desarrollo humano. Por ello esta educación debe ser proporcionada en primer lugar por los padres, quienes son los que tienen la responsabilidad y el derecho primario de darla", anotó el también Obispo de Tehuacán al referirse a la reciente distribución por parte de las autoridades educativas de textos escolares cuyo contenido separa la sexualidad de la moral y el matrimonio.
En una reciente entrevista que aparece en el sitio web de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el Prelado indicó que los textos escolares distribuidos por las autoridades educativas proporcionan información ambigua, incompleta, y con un enfoque reduccionista de la sexualidad humana, lo que redunda en una mala formación, ya que no permite el desarrollo sano y equilibrado que se funda en el autodominio que permite tener un comportamiento sexual responsable en los ámbitos individual y social.
"Los textos, al incentivar el autoerotismo y la masturbación y la búsqueda de pornografía en Internet, eximen a los adolescentes de su responsabilidad, en detrimento de la formación de un carácter que asume las consecuencias de sus propios actos. Se les expone a incapacitarse para el amor responsable que implica una auto donación", indicó.
Mons. Aguilar señaló que el material distribuido no profundiza en el aspecto reproductivo de la sexualidad ya que no se hace alusión a la familia como el ámbito adecuado para la procreación de los hijos, sino más bien se la aparta de ésta y de los referentes éticos.
Agregó que "presentando una sexualidad dividida en potencialidades y separada de la persona no sólo se desconoce a la misma como una realidad con diversos aspectos, sino que se privilegia el placer sin una reflexión sobre el momento en que se tiene la madurez para solventar la responsabilidad en el ejercicio de la sexualidad".
Finalmente, el Obispo de Tehuacán recordó que "el placer sexual es una realidad que nunca es independiente del acto conyugal , ya que así perdería su sentido de comunión y se reduciría al encuentro entre dos egoísmos".
Para leer la entrevista completa, puede ingresar a: http://www.cem.org.mx/prensa/entrevistas/2006/agosto/RAM060814.htm