El Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, Cardenal Julio Terrazas Sandoval, llamó a los bolivianos a dejar de lado la violencia que solo trae división, y seguir el ejemplo de humildad de Santa María, “que obedeció el mandato de ser Madre de Dios, ayudando al hermano”.
Durante la celebración de la Fiesta de la Virgen de Urkupiña en el atrio del templo de San Ildefonso de Quillacollo, el Purpurado indicó que Cristo “viene a decirnos que nos liberemos de la esclavitud, pero no para llenarnos de orgullo y vanidad”. También pidió “evitar cualquier alabanza o aplauso que lleve a distorsionar nuestra misión”.
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Asimismo, exhortó a erradicar de Bolivia “el odio, la venganza, el revanchismo”, y “olvidar las pequeñas o grandes ofensas humanas”, porque “si Dios perdona, ¿por qué no, nosotros?”. El Arzobispo afirmó que esa es la senda “para acabar con las estructuras económicas, políticas y sociales egoístas” e iniciar un nuevo camino “juntos como hermanos”.
“Del trono caerán los poderosos, los humildes serán enaltecidos, los hambrientos serán saciados… Pero no queremos que caigan de sus tronos para que suban otros, no queremos que termine el hambre de unos para que aparezcan otros hambrientos, no queremos que los humildes se crean tan grandes que atropellen a los que ellos consideren orgullosos”, señaló.
En la Eucaristía estuvieron presentes diversas autoridades. Sin embargo, no asistió el Presidente Evo Morales. El Ejecutivo estuvo representado por el Vicepresidente Álvaro García Linera.